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Entrevista / Patricio Rivera / Ministro Coordinador de Política Económica

Patricio Rivera: "Algunos grandes bancos tienen ‘dolor de bolsillo’"

Patricio Rivera: "Algunos grandes bancos tienen ‘dolor de bolsillo’"
FOTO: Mario Egas / El Telégrafo
09 de diciembre de 2016 - 08:18 - Orlando Pérez, Director de El Telégrafo

El 24 de noviembre, mediante Resolución 302-2016-F, la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera (JPRMF) decidió subir el encaje bancario al 5% para las entidades financieras cuyos activos sean superiores a $ 1.000 millones.

Patricio Rivera, ministro Coordinador de Política Económica, explica el sentido del incremento de la tasa de encaje y comenta sobre las opiniones emitidas al respecto.

¿Cómo evaluaría la situación de la economía ecuatoriana?

Afortunadamente, la economía ha empezado a recuperarse y eso permite que algunas decisiones de política pública -que se tomaron en momentos más complejos- puedan reverse o reconsiderarse en favor de los ciudadanos. En los últimos 11 meses, los bancos recuperaron $ 2.900 millones en depósitos; en los últimos 8 meses, el crédito creció en $ 871 millones; y, en el segundo trimestre de este año, se generó un importante superávit externo por $ 865 millones. También la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha logrado acuerdos mínimos que permitirán estabilizar el mercado mundial del crudo. Todas estas son buenas noticias. El entorno macroeconómico está mejorando. Poco a poco el empleo empieza a recuperarse y, entre octubre de 2015 y octubre de 2016, se registró un crecimiento de la recaudación tributaria, sin considerar los ingresos generados a través de la Ley de Solidaridad.

¿Qué medidas implementó la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera?

Dado que ya estamos en una etapa de reactivación económica, la JPRMF tomó un conjunto de decisiones a favor de la ciudadanía y de las operaciones de crédito.

En primer lugar, se bajaron 12 comisiones que cobraba el sistema financiero a sus clientes. Aproximadamente, esto significa que $ 50 millones, que la banca estaba cobrando, se quedarán en el bolsillo de los ecuatorianos.

Aquellas comisiones estaban relacionadas con operaciones como la emisión de estados de cuenta, cheques o referencias bancarias.

¿Qué se resolvió con respecto al coeficiente de liquidez doméstica y al encaje bancario?

Se incrementó el coeficiente de liquidez doméstica. En Ecuador, como principio para el manejo de la política, procuramos que el dinero generado por los ecuatorianos sea utilizado para otorgar crédito en el país. Dicho coeficiente establece que las instituciones del sistema deben mantener en el país un determinado porcentaje de sus depósitos. El objetivo es que esos recursos los mantengan prestados y no ociosos. Por otra parte, mediante el encaje bancario se establece que un porcentaje de los depósitos -que el sistema financiero capta- debe ser depositado en el Banco Central del Ecuador (BCE).

Al respecto, se debe aclarar que, según datos con corte al 16 de noviembre de 2016, el sistema financiero privado tenía $ 3.039 millones depositados en el BCE; $ 515 millones por concepto de encaje bancario y $ 370 millones por concepto de ‘reserva mínima de liquidez’. Nadie les obligaba a que la diferencia la tengan en el BCE. Simplemente la tienen ahí porque las instituciones financieras no están prestando con la misma velocidad a la cual recuperan depósitos. Aquellas entidades recuperaron $ 2.900 millones en depósitos, pero prestaron $ 870 millones.

A través de las decisiones recientes de la JPRMF le estamos diciendo al sistema financiero: ‘Ustedes no van a tener el dinero fuera del país sino aquí y queremos que lo presten’.

Lo que hicimos fue cambiar la estructura de esos $ 3.039 millones. Al aumentar el porcentaje del encaje, su monto pasa de $ 515 millones a $ 1.198 millones, pero las instituciones financieras no tienen que depositar más dinero en el BCE porque ya tenían depositados allí $ 3.039 millones, que podían haberlos utilizado para otorgar más préstamos a los ecuatorianos.


Entonces, ¿cómo entender las reacciones desencadenadas por el incremento del encaje?

Algunos grandes bancos están en campaña política electoral y tienen ‘dolor de bolsillo’. Básicamente, esto es lo que sucede.

Tenemos al dueño de un banco en una campaña política en la cual critica a BanEcuador y sostiene que otorgará créditos a 30 años a los agricultores. Sin embargo, desde hace décadas, con los recursos de su propia institución financiera, ese banquero nunca ha otorgado crédito a los pequeños agricultores.

En su banco no existe crédito a 30 años, la gran mayoría de los empréstitos se otorgan a plazos menores a un año y los únicos préstamos con plazos a 4 o 5 años son los créditos comerciales. No obstante, nos quiere convencer de que ahora sí hará lo que no hizo en 30 años como banquero (...) El sistema financiero es un actor político en las elecciones.

¿Por qué se decidió aumentar el encaje ahora y no antes?

Apoyamos al sistema financiero en un momento en el cual estaba perdiendo depósitos debido a una situación macroeconómica vinculada con la caída del precio del petróleo y la apreciación del dólar. Cuando la liquidez estaba contrayéndose, les dimos un margen de maniobra.

En este momento, la situación se ha revertido. El sistema financiero está captando una cantidad enorme de recursos y no los está prestando. Algunos de sus voceros dicen que no consiguen quién demande créditos. Sin embargo, según estadísticas del Banco Mundial, cuando los ecuatorianos necesitan crédito, el 48,4% pide un préstamo a su familia o amigos, el 19,8% lo solicita a su empleador y apenas el 3,1% recurre a una entidad financiera. Entonces, ¿no existe realmente demanda o el sistema financiero está acostumbrado a prestar a un grupo muy reducido de personas pudientes y no hace lo que debería hacer, es decir, crear productos financieros para otros sectores socioeconómicos?

Para el 40% de la población ecuatoriana con menos ingresos, ¿cómo está el acceso al crédito en el sistema financiero privado?

En ese segmento el 52,8% de los potenciales demandantes sostiene que es ‘imposible’ obtener un crédito, el 17,2% dice que es ‘muy difícil’, el 21,6% manifiesta que es ‘posible’ y apenas el 8,4% expresa que es ‘muy posible’. Estas cifras indican que la mayoría de la población no accede al crédito.

Algunos colegios de economistas y cámaras empresariales sostienen que un mayor encaje bancario restringirá el crédito. ¿Se está generando un círculo vicioso en el cual la banca no prestaba antes porque no captaba depósitos y, en cambio, ahora no lo hará aunque sí tiene liquidez?

Los textos de macroeconomía ortodoxa sostienen que el encaje es un instrumento para controlar la liquidez y evitar la inflación. Sin embargo, eso ocurre cuando todos los factores productivos están en ‘pleno empleo’, es decir, cuando el sistema financiero presta todo el dinero que tiene como depósitos. En esas circunstancias, un mayor encaje produce automáticamente una restricción del crédito. Empero, ese no es el caso en Ecuador, un país donde la banca privada tiene $ 3.039 millones depositados en el BCE, $ 2.000 millones de los cuales están allí sin que exista alguna norma legal que les exija mantenerlos en sus bóvedas. Este último monto debería prestarse.

Por ello, de ninguna manera, el aumento del encaje produciría una contracción del crédito porque existe una cantidad excedentaria de recursos que no está utilizándose. Señores [banqueros] utilicen ese dinero para otorgar créditos y, entonces, encantados de la vida, podemos conversar para volver a bajar el encaje.

Fidel Egas lanzó un tuit donde insinúa que un incremento en la tasa de encaje podría generar un feriado bancario a futuro. ¿Es así?

En Ecuador, quienes hicieron un feriado bancario fueron los banqueros en 1999 para beneficiarse a sí mismos. Ellos congelaron los depósitos de la ciudadanía cuando el tipo de cambio estaba en 1 dólar por 7.000 sucres, aproximadamente; luego de eso licuaron los depósitos cuando los devolvieron a una tasa de cambio de 1 dólar por 25.000 sucres.

Por otra parte, me parece por demás irresponsable que el dueño de un banco se permita hacer ese tipo de declaraciones que, además, configuran un delito penal, a saber, el pánico financiero. Aquí existe un objetivo claro: el gerente general del Banco del Pichincha tiene a su hermano como candidato a Vicepresidente de la República. Los grandes bancos tienen sus candidatos y están haciendo campaña política. Eso es todo lo que pasa aquí (...) Estamos haciendo las advertencias del caso a las personas que cometen este tipo de actos irresponsables porque nos tocará actuar después con todo el rigor de la ley.

El Código Orgánico Penal Integral tipifica el delito de ‘pánico financiero’

El 4 de diciembre, a través de su cuenta de Twitter, Fidel Egas -presidente adjunto del Banco del Pichincha- expresó que “otro feriado construido por Correa puede venir”. Afirmaciones como estas podrían inducir conductas contempladas en el Código Orgánico Integral Penal. En este cuerpo legal, el artículo 322 define lo siguiente: “Pánico Financiero: La persona que divulgue noticias falsas que causen alarma en la población y provoquen el retiro masivo de los depósitos de cualquier institución del sistema financiero y las de la economía popular y solidaria que realicen intermediación financiera, que pongan en peligro la estabilidad o provoquen el cierre definitivo de la institución, será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años”.  (I)

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