Ecuador busca inversiones en infraestructuras
El año 2018 será el segundo mejor periodo de Inversión Extranjera Directa (IED) para Ecuador, con $ 1.100 que es la previsión de cierre del Ministerio de Comercio Exterior.
En el tercer trimestre de 2018 la IED creció un 41% respecto a 2017 con $ 736 millones. El sector minero reflejó la mayor inversión con $ 295 millones.
El mejor año para la IED fue 2015 con $ 1.322 millones. Las actividades que más recursos atrajeron también fueron explotación de minas y canteras ($ 559 millones) y la industria manufacturera ($ 264 millones), según el Banco Central del Ecuador (BCE).
El ministro de Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Pablo Campana, es optimista y estima que este rubro llegue a los $ 3.000 millones en 2019.
Para lograrlo, “es necesario concretar licitaciones en el sector público, tanto con los gobiernos autónomos descentralizados como con los ministerios”, señaló Campana.
Agregó que hay alrededor de $ 4.000 millones para ser licitados internacionalmente para contratos por infraestructura vial, mantenimiento y construcción de vías.
Este diario solicitó más información a la cartera de Estado, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
Para Hanns Soledispa, director de Exponential Research, alcanzar la meta planteada por el Ministerio es “improbable”, ya que Ecuador no ha recibido “ni la mitad de esa cantidad en un solo año”.
La clave para recibir la IED es la libertad económica, explicó el analista. Los países que cuentan con menor carga impositiva y arancelaria, mayor flexibilidad laboral y, sobre todo, más acuerdos comerciales reciben mayores flujos de inversión.
Sobre los vecinos Colombia y Perú, Soledispa dijo que han avanzado notablemente en la creación de un ambiente amigable para los capitales. En Ecuador las regulaciones e impuestos aún desincentivan el crecimiento empresarial.
El experto dijo que es necesario realizar reformas para que el país se vuelva atractivo a las inversiones. Plantea, por ejemplo, la eliminación del Impuesto de Salida de Divisas (ISD), crear alianzas público-privadas y reformas de flexibilidad laboral.
Fausto Ortiz, exministro de Economía y Finanzas, señaló que -a su juicio- el nivel de IED de 2018 se debe a la remisión tributaria; fenómeno similar al ocurrido en 2015. “Las empresas del extranjero traen su dinero del exterior y le pagan al Estado para librarse de multas e intereses, y eso se registra contablemente como la IED”.
En esa lógica, los $ 1.100 millones no son replicables, según Ortiz y predijo que este año volverá a los ritmos habituales de $ 700 millones.
De su lado, Guido Macas, analista económico y docente de la Universidad Ecotec, dijo que en Ecuador hay una variabilidad en el destino de la inversión extranjera. Así en 2017 se concentró en la industria y en 2018 en minas y canteras. “No hay una constante en cuanto al destino”, dijo.
En cambio, en países como Colombia y Perú apuestan por inversiones en energía, infraestructura, servicios públicos, alta tecnología, manufactura avanzada, temas agropecuarios y usos logísticos.
Considera que en Ecuador se debe apoyar más al sector de la construcción que se ha reactivado. No obstante, “los problemas en las normativas y cambios en las reformas tributarias han hecho que la inversión extranjera se sienta asustada y que no aterrice con tranquilidad en el país”.
Para Federico Bocca, gerente general de la Calificadora de Riesgo SummaRatings, el ambiente de negocio es muy importante. “El inversionista llega con recursos para generar un activo y luego quiere recuperarlos. Lo puede reinvertir o se lo puede llevar”. También citó el caso del ISD que para los empresarios significa que el Estado cobra el 5% por llevarse su utilidad.
Los inversionistas también buscan factores de estabilidad política, macroeconómicos y sociales. “La IED no es una inversión especulativa. Es a largo plazo y para quedarse”, señaló. (I)