En similar situación se encuentra la central Minas San Francisco, erigida sobre la cuenca del río Jubones, entre las provincias de Azuay y El Oro.

Los trabajos empezaron en marzo de 2012 y debían culminar en marzo de 2016, pero no se concretaron también por problemas técnicos, especialmente relacionados a la obra civil, por lo que los plazos tuvieron que ser extendidos.

William Bárcenes, gerente de la unidad de negocios Celec-EP Enerjubones, mencionó que uno de esos inconvenientes se localizó en la presa.

La estructura, hecha con hormigón rodillado, tiene una altura de 80 metros desde la cimentación. Ahí se detectaron anomalías en el estribo izquierdo durante el proceso de excavación, para reparar el daño se tuvo que hacer una obra adicional de estabilización.

Bárcenes aseguró que la situación fue resuelta. La presa está conformada por 11 bloques, un canal de aproximación para facilitar la limpieza de los sedimentos, un cuenco amortiguador, dos ataguías y un túnel de desvío del río.

Los requerimientos adicionales también significaron incremento de costos. Al final la cifra fue de $ 479 millones.

El funcionario aclaró que no todos los frentes de construcción ampliaron sus presupuestos, en algunos casos se redujeron.

Con corte a agosto de este año, Minas San Francisco registra un avance del 99,85%. Posee tres turbinas que generarán un potencial nominal de 270 MW, con una producción de energía anual de 1.290 GWh.

La energía se envía al Sistema Nacional Interconectado a través de una línea de transmisión de 42 kilómetros y 100 torres, que interconectan a la subestación Minas con la subestación San Ildefonso.

A finales de octubre está previsto que culmine la fase de operación experimental de las tres turbinas (cada una de 90 MW) y para noviembre se calcula que entre en operación comercial. (I)