Industria del calzado mejoró con aranceles
Para proteger a los artesanos nacionales, el régimen aplicó en 2010 un impuesto mixto por la importación de cada par de zapatos. Esta medida arancelaria reactivó a la industria nacional, según Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara del Calzado de Tungurahua (Caltu).
El régimen dispuso -desde el 1 de julio de 2010- un arancel mixto para el ingreso del calzado, que consiste en el cobro de un porcentaje como derecho ad valorem (que se aplica sobre el valor total de la mercadería). Se estableció el arancel ad valorem del 10%, más un arancel de 6% por cada par de zapatos que ingrese al mercado ecuatoriano.
Para Villavicencio, el impuesto mixto permitió crecer, mejorar su producto y aumentar las ventas, “en 2011 alcanzaron a 28 millones de pares de zapatos producidos y puestos a la venta que superó a la cifra de fabricación de 2008, que fue de 15 millones de pares”.
Recalcó que en estos años que se ha aplicado la salvaguarda, el sector aumentó las plazas de trabajo, alcanzando a 100.000 personas. De igual forma se incrementó el número de talleres: si en 2008 eran 600, ahora hay 4.500.
Sin el arancel, el calzado, principalmente de la China, llegaba al país a un costo de 0,45 centavos de dólar, por lo cual era imposible que la industria nacional pudiera competir, subrayó la presidenta de la Caltu.
La decisión gubernamental redujo sustancialmente las importaciones de calzado. Al comparar las cifras registradas entre los años 2008 y 2009, se ha reducido el volumen de importación en este rubro en un 77%, es decir, aproximadamente 19 mil toneladas, y una disminución del 68% en CIF (costo, seguro y flete), que significa alrededor de 100 millones de dólares.
Miguel Gutiérrez, propietario de Calzado Gamos, señala que las fuentes de trabajo se incrementaron, ya que el arancel mixto impuesto por el Gobierno ha disminuido la competencia que ellos consideran desleal por parte de artículos chinos. “Se ha generado mucho empleo. Hace tres años teníamos 85 trabajadores y ahora más de 150”, dijoGutiérrez, quien asegura que el calzado chino ingresaba al país a menos de un dólar el par, y así destruía la industria ecuatoriana.
Enfatizó que en el 2006, según cifras del Banco Central, ingresaron 20 millones de pares de zapatos al país. “Noventa y cinco centavos por cada par declararon en impuestos los empresarios. Pagando arancel sobre esta cantidad, por cada par de zapatos, no le generaban muchos ingresos al Ecuador y el mercado chino le quitaba la oportunidad de trabajo al artesano ecuatoriano”, recalcó.
“Las nuevas medidas arancelarias que impuso el Gobierno han reactivado al sector, que estaba agonizando, en quiebra. El arancel mixto ha sido una inyección a la vena a un paciente que estaba en terapia intensiva”, reconoció Gonzalo Toro, presidente del Gremio de Artesanos Profesionales del Calzado (Gaprocal).
Otro de los sectores beneficiados con las políticas económicas adoptadas en los últimos años es el de los curtidores. Una curtiembre o curtiduría es donde se realiza el curtido, proceso que convierte las pieles de los animales en cuero.
Para Ximena Albán, presidenta nacional de la Asociación Nacional de Curtidores del Ecuador (Ance), este sector también ha dado grandes cambios en su oficio para obtener una producción favorable. Por ejemplo, la dirigenta del gremio dijo que desde el año pasado se ha prohibido que la piel cruda salga del país. De acuerdo a Albán, contrarrestar la exportación de piel cruda ayuda a las curtiembres a tener más trabajo.