Haciendas convertidas en hosterías atraen el turismo histórico
Las casas de hacienda son joyas arquitectónicas, un patrimonio histórico que se ha convertido -a corto plazo- en uno de los productos turísticos más importantes del Ecuador.
Las haciendas de altura, que se encuentran ubicadas en la serranía ecuatoriana, gozan de una vista privilegiada sobre los valles y volcanes, entre los 2.600 y 4.200 msnm.
Existen alrededor de cuarenta haciendas en el país. Entre las más renombradas se encuentran: Pinsaquí, Zuleta, Cusin (Imbabura), La Ciénega, San Agustín del Callo, (Cotopaxi); Guachalá, Chillo Jijón y El Porvenir (Pichincha).
La Hacienda Pinsaqui está situada en el centro de la provincia de Imbabura. Es famosa por haber acogido a lo largo de su historia a personajes como Simón Bolívar, quien a menudo pernoctaba en ella camino a Colombia.
Aquí también se firmó, a finales del siglo XIX, el tratado por el que Ecuador y Colombia recuperaron su amistad tras años en conflicto.
La hacienda, que fue construida en 1790 a modo de fábrica textil, mantiene su decoración tradicional. Actualmente cuenta con 27 habitaciones equipadas con chimeneas, algunas con jacuzzi.
Ximena Silva, radicada en Guayaquil, cuenta que la hacienda es muy bonita y bien decorada. “La atención es espectacular y la comida rica. Además está muy bien situada para pasear por la zona. Esperamos volver”, afirmó la turista.
En 2017, esta hacienda, ubicada al pie del volcán Imbabura, recibió a 9.113 personas, y en el primer trimestre de 2018 ya bordean las 1.100 visitas.
El costo por noche es de $ 108. Esta alternativa turística ha generado fuentes de trabajo y con ello el desarrollo para la comunidad, convirtiéndose en una opción ideal para quienes quieren conectarse con la historia y las tradiciones ancestrales. (I)