Alrededor de 350 oferentes, entre agricultores, emprendedores y artesanos de varias partes del país, participaron este sábado 23 de noviembre de 2019 en Guayaquil de la cuarta edición de la feria “De la Mata a la Mesa”.

En este evento los consumidores pudieron adquirir verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos, frutas, choclos, mariscos, granos andinos, arroz y quesos. Además, bienes procesados como yogurt, harina de maíz, de arroz, de plátano, chocolates, miel de abeja y sus derivados, cerveza artesanal, licores de café, artesanías, entre otros.

El ministro de Agricultura y Ganadería, Xavier Lazo, dijo que la feria genera un espacio directo entre el agricultor y el consumidor, para la venta de productos a precios asequibles y sin intermediarios.

Mencionó que la meta es realizar en el país 133 ferias. Añadió que la apertura de estos espacios para los agricultores permite que el consumidor valore y reconozca el esfuerzo del productor.

“Aquí el beneficio es mutuo. El consumidor tiene ahorros de 20%, 30%, 50% o 70% en la compra de algunos productos, mientras que el agricultor vende a precios justos. Todo esto ayudará a que se motive más la agricultura y la ganadería en el país”, subrayó Lazo.

Humberto Enríquez, agricultor de la parroquia Zumbahua, cantón Pujilí (Cotopaxi), manifestó que la feria es de mucha importancia para el agricultor, sobre todo, para el pequeño.

Él ofreció a los asistentes tomate de árbol, choclo, cebolla paiteña, acelga, entre otros productos orgánicos. “Aquí vendemos a precios cómodos para el consumidor, por ejemplo, $ 1 la funda de tomate de árbol, e igual la cebolla”, indicó Enríquez, tras confirmar su presencia en una feria similar a realizarse en La Maná, en diciembre próximo.

Cerca de ahí se encontraban los miembros de la Asociación de la Junta de Riego San Vicente del recinto San Gabriel de Daule (Guayas). Ellos ofrecían arroz integral y blanco, harina de arroz y colada elaborada con dicho producto, a precios cómodos. “Sería importante que este tipo de ferias continúen para no perder esa conexión directa con el consumidor final”, dijo Leonardo Mejía, integrante del gremio.

Aquello comparte Bolívar Mendoza, cafetalero del cantón Jipijapa (Manabí), quien llevó a la feria su emprendimiento familiar de café arábigo tostado y otro molido, a precios asequibles. “Es muy grato para mí ser parte de este evento y así exponer las bondades del café manabita con aroma y sabor”, señaló Mendoza.

Para Kiara Aguirre, de Guayaquil, este tipo de eventos ayuda mucho a la economía del consumidor, sobre todo, al comprar productos frescos y de calidad. “Vinimos por las legumbres y vemos que está todo económico. Hay una gran diferencia en cuanto a la cantidad que nos dan en los mercados de la ciudad. Por eso junto con mi mamá compramos bastante para nuestras casas”, indicó. (I)