La nueva matriz energética de Ecuador toma forma. Hasta 2016, el Estado invertirá 4.569 millones de dólares en ocho proyectos hidroeléctricos que desplazarán a las actuales plantas termoeléctricas y que permitirán al país, incluso exportar energía.

En 2014 la planta Mazar Dudas, ubicada en la provincia de Cañar, iniciará las actividades con 21 MW de potencia instalada, mientras que en 2016 funcionará el megaproyecto Coca Codo Sinclair con una potencia de 1.500 MW.

“Con esta decisión gubernamental desde 2016 el 93% de la energía que se consuma en el país será de origen hidroeléctrico, el uso de energía térmica será marginal y llegará solo al 4,86%, la eólica será de 0,57%, biomasa 0,32% y geotérmica 0,72”, según el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Esteban Albornoz.

Según el secretario de Estado, las estadísticas demuestran el progreso en la utilización de los recursos naturales para dejar de consumir productos fósiles, como el diésel, en las termoeléctricas que es altamente contaminante.

Recordó Albornoz que la matriz energética era desalentadora en 2006, porque solo el 46% era generación hidroeléctrica, el 36% generación térmica y el 18% importada desde Colombia, situación que cambió significativamente en 2011, cuando la generación hidroeléctrica pasó a ser de 46% a 58%, la térmica disminuyó 34% al igual que la interconexión un 7%.

En 2016 el país pasará de ser importador de energía a convertirse en exportador del recurso hacia países como Colombia, Perú y Chile. En la actualidad, el aprovechamiento del potencial hídrico se ha duplicado, alcanzando el 30%, manifestó el ministro Albornoz.

Soberanía energética, cero apagones y medio ambiente

Con la construcción de las ocho centrales hidroeléctricas la soberanía energética del país está garantizada, según las autoridades energéticas. Igualmente se reduce el riesgo de apagones y sobre todo disminuye la contaminación ambiental por emanación de gases tóxicos y el alto costo en la inversión de combustibles.

En 2012 el país gastará 1.011 millones de dólares por consumo de combustible, y aunque para 2014 el costo subirá a 1.119 millones de dólares, en 2015 se reducirá a solo 558 millones de dólares hasta llegar a 2016 cuando caerá drásticamente a 80 millones de dólares, según los cálculos gubernamentales.

En 2016, la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair ingresará al Sistema Interconectado de Energía con un aporte del 36% de la demanda nacional.

Lo que da como resultado que “Ecuador le dice sí a la naturaleza, sí al medio ambiente”, indicó el secretario de Estado, Esteban Albornoz.

El 2011 fue el mejor año energético para el país, porque también se inició la construcción de la hidroeléctrica Victoria, situada en la provincia de Napo, obra que está en manos de la Empresa Eléctrica Quito.

Mientras que, en Galápagos se edifica el primer proyecto eólico con una potencia instalada de 16,5 MW y para septiembre de este año se espera que funcione el proyecto eólico Villonaco, en Loja, con una potencia de 16,5 MW.

A partir de 2011, manifestó Albornoz, en total, entraron a funcionar en el país 230 MW de energía de generación térmica con una inversión de 280 millones de dólares. Para esta generación eléctrica se utiliza fuel oil, combustible que se produce en el país.

También funciona 290 MW de generación hidroeléctrica y térmica con una inversión de 830 millones de dólares. Incluso Jivino con 10 MW en Sucumbíos, Jaramijó con 140 MW en Manabí y Santa Elena con 90 MW.

Compromiso ciudadano

La ciudadanía debe hacer uso racional de la energía, porque “no se trata solo de generar más energía eléctrica, sino de consumir mejor este servicio. Lo cual no quiere decir que están obligados a perder confort, sino a que hagan uso de equipos tecnológicos”, indicó Albornoz.

Ya hay resultados del uso eficiente de la energía en el país, como los focos ahorradores y el reemplazo de refrigeradoras eficientes, y por el esquema tarifario implementado el año pasado, los ecuatorianos que consumen más de 500 kW hora pagan la tarifa eléctrica sin subsidio.