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Fruta sin agua es como una brocha de deleites

Fruta sin agua es como una brocha de deleites
15 de mayo de 2011 - 00:00

Con apenas un año y medio de experiencia en la producción de frutas exóticas deshidratadas, Sweet Health ya piensa en grande. Hace un año empezó la implementación de un sitio para su trabajo.

Sweet Health está ubicada en Guayll15-5-11-reportaje-fruta-sin-agua-beneficios-del-liquidoabamba, en las afueras de Quito, donde se instaló una  máquina de secado con capacidad para procesar media tonelada de fruta al día, para  aumentar la producción actual en un 50%. Aunque no quiso revelar los montos de fruta deshidratada, el mentalizador del proyecto, Jaime Díaz, aseguró que el producto es muy poco conocido en el país, pero que los mercados  de EE.UU. y Alemania lo consumen. “Estos mercados requieren de una inversión sustanciosa, la misma que es difícil de conseguir”.

El proyecto tiene una inversión de veinte mil dólares solo en maquinaria y accesorios. Jaime viajó a Estados Unidos para buscar mercado, lo consiguió, pero pedían que su microempresa tenga un año en el mercado local, requisito que no se cumplía. El pedido sería un contenedor y medio de fruta a granel mezclada entre piña, uvilla, mango, papaya y banano deshidratados, esto porque la fruta del país es dulce y conserva intactos los nutrientes, luego de ser procesada. Las presentaciones exigían un registro sanitario y que se envíe empacado en tarrinas y en fundas de entre 2 y 5 kilos.

Rosa Velasco Solano trabaja junto con su familia en el procesamiento y empacado de la fruta. Afirma que la idea nació hace tres años. “Lo que atrae del producto es su carácter exótico”, sostuvo. En el mercado interno la fruta empezó a comercializarse hace un año, con las entregas puerta a puerta y los pequeños negocios de venta de productos orgánicos.

Según Juan Díaz, lo más difícil de este negocio es introducirlo en el mercado interno, porque las costumbres familiares se  centran en comer la fruta fresca y el hecho de tener una gran variedad hace que se encuentren los productos en cualquier época del año. Esto no ocurre con los países de Europa y Estado Unidos.

Una característica del producto está en  “la facilidad de transportación y la seguridad de que puede conservarse hasta un año sin necesidad de aplicarle ningún otro proceso industrial”.

La fruta deshidratada está  completamente seca, sin una gota de agua, pero con todos sus nutrientes, vitaminas y sabor. 

Lo único que hacemos es retirarle el agua, que es lo que le da más peso y la hace perecible. La reducción del peso, además, le otorga al productor facilidades para transportar la fruta. “Ya no nos preocupamos por cuidar que la fruta no se dañe hasta que llegue a su destino”.

En el caso de la piña, el mango y la papaya, la reducción de su peso es más drástica (un 20% aproximadamente), ya que además del agua se elimina la cáscara, el corazón (en la piña) y la pepa. En el banano hay que desechar únicamente la cáscara, mientras que la uvilla queda casi intacta, solo se le extrae el agua. Sacarle el jugo a las frutas es la opción light.

Proceso de deshidratación

El aire caliente en altas temperaturas hace que el agua de la fruta se evapore, explica Fernando Cisneros, técnico en proceso de alimentos; a través de este método se bloquea el desarrollo de los microorganismos, con ello se prolonga la vida de las frutas.

Otra ventaja que ofrece este proceso es la importante disminución del peso (entre 12 y 15 veces menos en promedio) y del volumen del producto, lo que reduce significativamente los costos del almacenamiento, el manejo y el transporte. Una vez concluido el proceso, se  mantiene la naturalidad, valor nutritivo y riqueza en fuentes de fibra del producto.

Conservan sus nutrientes

Los deshidratados no engordan y mantienen el valor nutritivo. El secado constituye uno de los métodos de conservación que consiste en eliminar el agua contenida en un sólido (en este caso de las frutas). Ángela Carlosama, nutricionista y cliente permanente de la empresa, compra los productos al por mayor, ya que lo considera un snack saludable para sus pacientes.

Ángela agregó que estos productos se los puede conseguir en cualquier época del año. La comodidad para transportarlos y su módico costo hace que sean suministrados a pacientes de todas las edades.

“En especial se los receta a los niños con bajas defensas y a las personas de la tercera edad, ya que la fruta cumple con todas las necesidades calóricas y vitaminas concentradas por el hecho de ya no estar acompañadas de agua.

Compra 150 fundas de 75 gramos mensuales para sus pacientes.

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