En diferentes barrios de Quito existe escasez de gas de uso doméstico. Especialmente en el sur, la presencia de camiones repartidores es mínima y en las bodegas las personas no encuentran el producto. Clemencia López, quien vive en la Ferroviaria, contó que no ha podido conseguir gas desde el martes

pasado. “Como tengo 2 tanques no me afectó mucho, pero ya mismo se acaba el otro y tendré problemas”.

Por ello, desde tempranas horas de ayer sacó su cilindro a la puerta de su casa y esperó al camión repartidor, el cual llegó al mediodía y pudo abastecerse, aunque el cobro le sorprendió: le costó $ 3,25, lo que normalmente vale hasta $ 2,50. El vendedor de gas adujo que ese es el precio, pero no especificó si estaban autorizados a ello. Además, sostuvo que no tenía muchos tanques para vender, ya que en los depósitos grandes no les dieron el mismo cupo.

María Alvear, ama de casa, afirmó que los repartidores prefieren dejar los tanques en las casas y en negocios porque obtienen mayor ganancia: “Mínimo cobran $ 3, nadie respeta el precio oficial y nos toca pagar porque de lo contrario no tenemos el producto. Ellos mismos ocultan el gas”, dijo. Pidió que se realicen controles para que se les exija cobrar el precio establecido.

En otros barrios como la Mena Dos (sur), la bombona de gas, cuando se la encuentra en alguno de los depósitos, cuesta $ 3,50, lo que implica un incremento de hasta el 70% con respecto al precio oficial. Ayer, en el depósito de gas ubicado en el sector de San Bartolo, no había atención, ya que no tenían el producto. José Sánchez, cuidador de ese negocio, indicó que el sábado vendieron con normalidad, pero que se les acabó rápido.

Pese a ello, Sánchez dijo que no hay escasez, sino que el problema se debe a que falta un despacho rápido por parte de los distribuidores. Pese a las quejas de los habitantes de diversos barrios, el Ministerio de Hidrocarburos dijo que no hay escasez de gas y que el despacho se desarrolla con normalidad. (I)