Especial coronavirus
Dos tipos de construcciones podrán mitigar erosión regresiva en el río Coca
Para mitigar la erosión regresiva en el río Coca, en Napo, estudios preliminares plantean dos medidas correctivas: una construcción emergente de muros transversales en el río y una edificación definitiva de una cortina en el cauce.
Este miércoles 8 de julio de 2020, René Ortiz, ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, explicó en rueda de prensa que el objetivo de las obras es aliviar la fuerza del caudal del río para aplacar la erosión y proteger la infraestructura de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, pues esta se ubica a unos 15 kilómetros de la afectación y la erosión se dirige aguas arriba.
Identificar la velocidad de la erosión fue uno de los primeros trabajos. Esta pasó de 0,20 km en febrero a 3,80 km en julio. De ahí la importancia de tomar las primeras medidas emergentes.
Gonzalo Uquillas, gerente general de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), detalló que la primera fase de obras emergentes busca justamente ralentizar el proceso erosivo.
Se plantea la construcción de muros de enrocado constituidos con material de alta resistencia ubicados de manera transversal a lo largo del río en varios trayectos. Con estos muros se prevé disminuir la velocidad del caudal y por tanto mitigar la erosión. También se ha planteado ensanchar el cauce del río a unos 100 metros, pues este llega a tener un caudal de 2.000 metros cúbicos por segundo en épocas de lluvia, lo que le da un alto poder destructivo.
En una segunda fase, con estudios complementarios y con el despliegue de obras definitivas, se pretende controlar y estabilizar el comportamiento del río Coca a largo plazo.
Se espera que estos estudios estén listos el 15 de septiembre, lo que permitirá elaborar el diseño de las obras definitivas en sus etapas I y II. Se prevé que los diseños estén listos en octubre.
La construcción definitiva consiste en una cortina en el cauce del río Coca a través de pilotes de hormigón armado ubicados cada 50 metros. Estos trabajos empezarían en octubre de este 2020.
Se contrataron tres consultorías para tener estudios topográficos, geológicos, hidrológicos y geofísicos, que permitan caracterizar de manera preliminar el comportamiento de este proceso erosivo regresivo.
Uquillas aclaró que las consultoras dan una serie de opciones de obras tanto emergentes como definitivas que se deben analizar. Estas pueden ser tan complejas como hacer una presa nueva a la altura de la cascada San Rafael, que podría costar $ 300 millones, hasta alternativas más sencillas como colocar rocas de gran tamaño.
Uquillas dijo que hasta el momento, Celec ha invertido aproximadamente $500.000 en los estudios para la primera fase. Se estima que los estudios complementarios, así como el diseño de las obras emergentes y definitivas cuesten entre $ 1,5 millones y $ 2 millones.
La inversión tendrá un costo cercano a los $ 20 millones, pero posiblemente aumentará. “El objetivo de todo esto es prevenir cualquier riesgo”, dijo Ortiz
Trabajos de protección a infraestructura petrolera
Petroecuador iniciará este 9 de julio la construcción de una nueva variante de la tubería del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano. Esto con el fin de prevenir una posible afectación de la erosión a la infraestructura petrolera existente en la zona.
Inicialmente se instalará un sistema de obstrucción de la tubería a ser cambiada, lo que permitirá contener y evacuar 1.000 barriles de crudo a través de cuatro tanqueros a fin de evitar una afectación ambiental.
La nueva variante tendrá una extensión de 786 metros. Se ubicará al extremo suroriente del sector conocido como El Chicharrón, al borde de la vía E-45. Se tiene previsto que estos trabajos se realicen en 15 días. Estarán a entre 250 y 400 metros de distancia del río Quijos. (I)