Entre 2013 y octubre de 2014, a través del programa forestal, se ha entregado cerca de $ 4 millones en calidad de incentivos
En Ecuador hay 200 mil hectáreas sembradas con fines comerciales
Carlos Centeno sembró 90 hectáreas de teca durante este año en su finca ubicada en La Fronda, cantón Balzar (Guayas). Para el próximo año tiene como meta sembrar 50 hectáreas más de esta especie maderable y expandir su plantación.
Centeno destaca el impulso de su inversión, a través del estímulo económico que ofrece el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), por medio del Programa de Incentivos para la Reforestación con Fines Comerciales. Este plan financia el 75% del costo de la plantación y su mantenimiento durante los primeros cuatro años.
Añade que “lo bueno de este incentivo es que aquellas personas que no tienen suficientes recursos económicos pueden sembrar estas especies y, a futuro, ver su inversión y superarse económicamente”.
Desde 2013, cuando arrancó el programa de incentivos, se han registrado 32 mil hectáreas de sembríos con fines comerciales.
El inversionista balzareño reconoce el éxito del programa, pero indica que entre algunos usuarios existe preocupación sobre qué pasará después de 20 o 25 años, cuando el bosque esté listo para su explotación.
Para superar esta duda, así como para generar seguridad jurídica y establecer una política de incentivos para la reforestación comercial, se elaboró el Proyecto de Ley Reformatoria a la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre. Este proyecto fue enviado a la Asamblea Nacional el pasado 16 de octubre, por parte del presidente Rafael Correa.
La normativa establece el incentivo económico para la forestación y reforestación con fines comerciales, que constituye una transferencia económica directa de carácter no reembolsable, que entrega el Estado, a través del Magap.
Este incentivo está dirigido a personas naturales y jurídicas, así como a las organizaciones que conforman la economía popular y solidaria, para desembolsar o reembolsar, de conformidad con la normativa que se expida para el efecto. Así se financiará una parte de los costos para el establecimiento y mantenimiento de la plantación forestal.
El incentivo motiva a sembrar
Mabel Morán, directora de Forestación de la empresa Plantabal (dedicada a la producción de balsa), dijo que el incentivo motiva a que la gente invierta y confíe en el área forestal, como una inversión segura.
Agrega que “normalmente, en zonas de la Costa se enfocó el rol productivo solo a la agricultura, pero ahora se abre una puerta para nuevas opciones con la inversión forestal como un novedoso eje económico”.
Morán explica que la industria maderera estaba concentrada en pocas empresas, principalmente aquellas dedicadas a elaborar aglomerados, plywood y enchapados. “Cuando la gente se da cuenta de que el Gobierno devuelve el 75% de la inversión todo se vuelve atractivo. Y eso, en cadena con una producción maderable, hace que crezca el interés por ser forestal”.
En la disposición transitoria del proyecto de ley se determina que la duración del programa de incentivos para la forestación y reforestación con fines comerciales sea de 30 años, contados a partir de la vigencia de la reforma. Morán agrega que esta disposición da sostenibilidad al proyecto que, al ser a largo plazo, tendrá un mejor manejo de las plantaciones. “Al menos con 30 años la gente sabe que no es un negocio de corto plazo, sino que las próximas generaciones también van a poder aprovechar este incentivo. Pero creo que no debería quedarse solamente en el establecimiento de las plantaciones sino también encadenado directamente a la industria”.
Según la normativa, el Estado destinará anualmente una asignación en el Presupuesto General para otorgar el incentivo, de acuerdo con los requerimientos del Magap, que determinará los requisitos, procedimientos y condiciones relativas al otorgamiento y administración, selección de beneficiarios, entre otros.
Actualmente, dentro de la industria existen especies de mayor explotación, entre ellas enfocadas en la exportación. Y la melina, que se utiliza para la elaboración de pallets y enchapados.
Impulso en el cambio de matriz
Pablo Noboa, subsecretario de Producción Forestal, resalta que a través de la institucionalización de los incentivos se impulsa el cambio de la matriz productiva, pues se promueven 19 especies forestales, con miras a consolidar la industria maderera en el país.
Destaca que “en Ecuador hay 200 mil hectáreas sembradas con fines comerciales, pero respecto a la región aún tenemos un nivel muy bajo. Solo en Chile hay 2,5 millones de hectáreas sembradas. El proyecto de Ley enviado por el Ejecutivo impulsa el establecimiento de, al menos, 30 mil hectáreas anuales”.
Noboa añade que la reforma legal promueve el cambio cultural en el agro ecuatoriano y que la forestación se vuelve una alternativa productiva, rentable y segura. “Si usted es cacaotero sigue siendo cacaotero, pero ahora, en aquellas tierras que no producen por diferentes circunstancias, podrá sembrar bosques. Con el incentivo que ofrece el Gobierno, el agricultor vivirá del cacao, pero tendrá, adicionalmente, un pequeño banco, un ahorro a futuro”.
El Subsecretario resalta que, con esta reforma, Ecuador no solo exportará madera en bruto, sino que tendrá la capacidad de procesar derivados y productos con valor agregado.
Añade que “con las reglas del juego establecidas se puede motivar incluso a nuevas generaciones que se interesen por regresar al campo y apostar por la reforestación comercial”.
Créditos otorgados
Entre 2013 y octubre de 2014, a través del programa, se ha entregado cerca de $ 4 millones en calidad de incentivos. Para iniciar el proyecto existen dos líneas de crédito: a través del Banco Nacional de Fomento (BNF), con préstamos de hasta $ 50 mil y, a partir de esta cantidad, con la Corporación Financiera Nacional (CFN).
Al cumplir un año de establecimiento de la plantación el Magap realiza una inspección. Con ello se emite una orden de pago para que el beneficiario reciba el desembolso del incentivo. En las zonas tropicales se cultivan especies como chuncho, jacarandá, laurel, melina y teca, y en las altas, aliso, pino y eucalipto. Mientras que en las zonas secas algarrobo y neem. Ecuador es el principal exportador de teca en la región. El 80% de la producción sale del país.