El Gobierno Nacional presentó este martes las oportunidades de inversión en la Refinería de Manabí a los representantes de más de 30 empresas de varios países, entre ellos España, China, EE.UU., Reino Unido, Japón, Rusia y Corea del Sur.

Esta mañana, los empresarios realizaron un recorrido y sobrevolaron El Aromo, sobre el área donde ya se ha realizado el movimiento de tierras para el futuro complejo refinador.

La canciller de la República, María Fernanda Espinosa, dio la bienvenida a los inversores en el evento de presentación del proyecto, que se desarrolla en la ciudad de Manta. Destacó la importancia de generar inversión en el país, a través de la construcción de esta refinería.

El ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez, señaló que una de las políticas del Gobierno, liderado por el presidente Lenín Moreno, es mantener las puertas abiertas a la inversión privada nacional y extranjera. 

 "Manabí es una prioridad para el Gobierno Nacional. El Presidente me encargó este reto. Es un reto grande pero con capacidad profesional y la sinergia entre las entidades del Estado, este proyecto será una realidad", apuntó.

"A esto sumamos la experiencia de empresas comprometidas y serias que puedan inyectar su capital en proyectos importantes que aportan a la dinamización de la economía nacional", añadió Pérez.

El funcionario invitó a los empresarios a no perder de vista todo el desarrollo ya alcanzado en la industria hidrocarburífera ecuatoriana en más de 100 años de experiencia. 

Pérez explicó que el proyecto fue retomado y redimensionado, en el marco de la transparencia y la flexibilidad en las transacciones y tomando decisiones oportunas. 

Les pidió a los empresarios extranjeros que hagan un buen análisis de esta oportunidad.

Recalcó que "estamos abiertos a recibir recomendaciones y observaciones para hacer este proyecto viable". 

Mientras, el presidente Moreno aseguró a los empresarios interesados que tendrán la seguridad jurídica para que puedan realizar sus inversiones, pero les apuntó que "la corrupción no está permitida".

"Respetamos los contratos, fomentamos la transparencia, precautelamos siempre los intereses del Estado, pero también de los inversionistas. Si ustedes ganan, nosotros ganamos también, gana el país y su gente", subrayó. 

El Presidente les dijo a los empresarios que su inversión dará un gran impulso para seguir reconstruyendo Manabí, azotada por el terremoto del 16 de abril de 2016.

 "Ecuador es el mejor lugar para invertir. ¡Únanse a nuestro sueño! Los que invierten en Ecuador ganan y ganan mucho. No duden que somos el mejor escenario con las mejores garantías", finalizó el Mandatario. 

Conocida anteriormente como "Refinería del Pacífico", el complejo quedó paralizado al descubrir el actual Ejecutivo una serie de fallas en su construcción tras una primera inversión de $ 1.500 millones.

La iniciativa del Gobierno ecuatoriano consiste en licitar el proyecto bajo la modalidad "Construcción-Operación-Transferir (BOT por sus siglas en inglés)".

Ecuador propone que el tiempo de concesión sea por 20 años. Al finalizar este lapso, la empresa privada transferirá la propiedad al Estado ecuatoriano sin costos adicionales.

Los planes ecuatorianos incluyen la construcción de una planta de alta conversión para refinar crudo pesado reduciendo los impactos ambientales, con capacidad para procesar 300.000 barriles diarios de entre 14 y 18 grados API.

El petróleo provendrá principalmente del Bloque 43-ITT, desarrollado actualmente por la empresa pública Petroamazonas en el Parque Nacional Yasuní.

El objetivo de Ecuador con esta planta, que deberá producir combustible con calidad Norma Euro 5, es generar "un valor positivo para el país".

Tras una primera evaluación del actual Ejecutivo, la Refinería de Manabí es parte de los cinco proyectos para los que Ecuador ha pedido una evaluación técnica internacional como parte del convenio firmado entre Petroecuador y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El objetivo es contar con un criterio técnico especializado e internacional que, de manera imparcial, determine la situación actual de los proyectos y, de ser el caso, las medidas que deberán emprenderse para ponerlos en línea con los estándares internacionales.

El Organismo hará una valoración real del monto invertido hasta el momento en el proyecto, sin mencionar que con ello el Gobierno podría llegar a exigir responsabilidades legales y penales a los anteriores responsables del proyecto. (I)