El petróleo de Texas (que sirve de referencia para el ecuatoriano) cerró ayer con un marcado descenso del 3,94%, su mayor caída del año, hasta terminar en $ 98,49 por barril.

Con ello perdió la simbólica barrera de los $ 100 por primera vez desde febrero tras el escaso aumento de empleo en Estados Unidos el mes pasado.

Al final de la última sesión de la semana en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en junio restaron $ 4,05  al precio de cierre del jueves, cuando ya había  registrado otro notable retroceso de $ 2,68.

El llamado “oro negro” se situó así a su cota más baja desde el pasado 7 de febrero después de que los operadores neoyorquinos vieran con preocupación unos datos de empleo peores de lo previsto en EE.UU.

El crudo de Texas ya inició la jornada con retrocesos superiores al punto porcentual y fue acelerando esa tendencia hasta perder primero la simbólica barrera de los $ 100, sobre la que había logrado mantenerse durante más de dos meses, y después también los $ 99.

Con la racha bajista de las últimas tres jornadas, el petróleo de referencia en Estados Unidos acumuló  una fuerte disminución de un 6,1%.