El objetivo de restricciones es preservar la salud y ambiente
El alto grado de contaminación que causan en el ambiente los desechos tecnológicos, como celulares, televisores y demás electrodomésticos, así como las afectaciones a la salud que provocan el consumo de licor y los gases tóxicos que emiten los vehículos, fue lo que obligó al Comité de Comercio Exterior (Comex) a adoptar tres resoluciones que disminuyan el porcentaje de importaciones en el país.
Los celulares y electrodomésticos que son perjudiciales para la salud y el ambiente no solo son por los niveles de radiación que emiten, sino también porque los compuestos orgánicos que se utilizan en la elaboración de los dispositivos electrónicos, como los policromados o llamados retardadores de flama, que son usados como aditivos en los plásticos y metales pesados, como plomo, mercurio, cadmio y cromo, son altamente tóxicos.
Además, contienen oro y arsénico, por lo que con los residuos electrónicos se contaminan el suelo, agua y aire. Así se lo expone en www.uv.mx/cienciahombre/revistae, cuyo artículo se denomina “La basura electrónica”.
El portal también reporta que “la contaminación del agua con materiales tóxicos, como el plomo, cadmio o mercurio (que se utilizan comúnmente en la fabricación de material informático) es 190 veces más alta que la aceptada por la Organización Mundial de la Salud.
El pasado lunes, el ministro Coordinador de la Producción, Santiago León, dijo que es alarmante que “cada celular contamina 400 mil galones de agua”.
El secretario de Estado también reconoció que estas decisiones de controlar más las importaciones es por un problema de la balanza comercial (registro de las importaciones y exportaciones de un país durante un período).
“Entonces lo que resta es disminuir que ingresen productos que causan problemas ambientales en nuestro país, si tengo ciertos problemas de liquidez debemos ver que es lo que necesitamos y que no es tan urgente”, acotó León.
Para el analista económico Jorge Rodríguez, es una excusa decir que la medida adoptada es por cuestión ambiental y de salud pública, cuando es indispensable adoptarla porque tenemos un consumidor nublado por lo que le ofertan las publicidades de electrodomésticos o dispositivos móviles.
Hay que tener en cuenta, según Rodríguez, que en el país hay una costumbre de expandir el gasto corriente y no destinar los recursos a la inversión, pese a conocer que en el mundo hay una contracción económica (crisis). Uno de los efectos colaterales es la reducción del ingreso de las remesas, que exclusivamente han estado destinadas al gasto corriente o suntuario.
Entonces, según el economista, el Gobierno tiene que contribuir a una planificación económica, pese a que hasta el momento posee los suficientes recursos para no caer en una crisis financiera.
Por su parte, la analista económica María Herrera calificó esta decisión como “una medida desesperada del Gobierno, porque no hemos sabido direccionar al consumidor”.
Alegó que Ecuador desde hace cinco años tiene problemas en la balanza comercial, por lo que se ha convertido en un país netamente importador y no exportador.
Según Herrera, esto obedece a que el régimen no genera políticas claras para invertir en el país.
De su parte, el viceministro de la Producción, Rubén Morán, indicó que si bien es conocido por los ecuatorianos que “existe un déficit comercial de 7.000 millones de dólares, pensar que esta medida que restringe la importación de alrededor de 300 millones de dólares es para resguardar en algo ese problema es falso”.
Para Morán, la medida tiene el fin estricto de preservar la salud y el ambiente de los ecuatorianos, como lo dicta la Constitución.