La adquisición de viviendas de tipo social ha despertado un interés masivo en la ciudadanía. En Quito y Guayaquil personas buscan opciones para acceder a una casa que tenga un valor menor a los $ 70 mil, a través de ferias o inmobiliarias.

En Quito, la concurrencia de ciudadanos es constante en la feria Mi Casa Clave, pese a que aún la banca privada y la pública no aplican la reducción de las tasas de interés para los créditos hipotecarios. Tiene 90 días para hacerlo.

Isabel Molina arrienda una casa desde que se casó hace 7 años, pero ahora está interesada en adquirir su vivienda. “A inicios de mes escuchamos la noticia de que los intereses de los créditos hipotecarios bajaban, por eso nos animamos en mi familia para endeudarnos y tener lo nuestro; queremos adelantar los trámites”.

Uno de los pabellones del Centro de Exposiciones Quito está dedicado para la oferta inmobiliaria de casas desde  $ 30 mil hasta $ 70 mil. Son 15 proyectos que ofertan casas o departamentos, que en su gran mayoría se ubican en Calderón, norte de la ciudad, o en Quitumbe, al sur.

Molina revisó algunas opciones en este pabellón de casas y departamentos que se ajustan a las condiciones de las viviendas de interés  social. “Dos opciones me convencieron: una casa en San José Morán, que vale $ 55, y otra en la autopista General Rumiñahui, que vale $ 61 mil, se ajustan a nuestro presupuesto ya que las cuotas mensuales las podríamos pagar”.

El 1 de abril la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera presentó la resolución 045-2015-F, que determinó que la tasa de interés  para la banca privada pasaba del 10% al 4,99%, mientras que la del BIESS del 8% al 6%, siempre que sea vivienda de tipo social. Pero se estableció un plazo de 90 días para que se ajusten los mecanismos necesarios en las instituciones financieras para entregar hipotecarios.

Las entidades financieras ofrecen la opción de que los ciudadanos realicen precalificaciones para saber si pueden acceder al préstamo, las mensualidades. En el BIESS los afiliados pueden realizar la preaprobación en la página web y ver el monto al que pueden acceder.

En el punto de atención de la feria del BIESS los funcionarios explican a los clientes que al momento de realizar la precalificación en la plataforma ya pueden escoger la opción de viviendas de interés social que contempla un interés del 6% y que cubre el 100% del valor de la vivienda, así como un plazo de 20 años.

Desde el 10 de abril se han realizado más de 100 precalificaciones diarias en cada uno de los 4 módulos disponibles.

En cambio, en el Banco del Pacífico aún promociona hipotecarios bajo las actuales reglas, interés desde el 7,75%, plazos de 10  a 20 años, cobertura del 70% del valor del inmueble. Se estima que a finales de mayo ya esté activo el servicio en esta entidad.

La Mutualista Pichincha es otra de las opciones que tienen las personas interesadas en adquirir su vivienda. Ellos por cuestión de la feria ofrecieron la opción de que sus clientes obtengan el crédito con una tasa de interés del 4,99% a 20 años plazo, pero el financiamiento es únicamente del 70% del valor total de la vivienda.

María Fernanda Jaramillo, responsable de las precalificaciones, sostuvo que bajo esta modalidad se han realizado más de 400 precalificaciones desde el 10 de abril hasta ayer.

El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda también se ha visto abarrotado de personas en los últimos días que buscan información con respecto a la obtención de bonos de vivienda o planes habitacionales de interés social.

Según esta cartera de Estado desde inicios de mes han sido atendidas más de 1.200 personas que en su gran mayoría buscan información sobre bonos de vivienda.

En Guayaquil también se realiza en estos días la Feria Hábitat en el Centro de Convenciones, donde se ofertan hasta el domingo más de 60 proyectos habitacionales.

El sector inmobiliario, a la expectativa de los intereses

El interés por la implementación de los incentivos no proviene únicamente de los ciudadanos que anhelan casa propia, sino también del sector inmobiliario, pues su crecimiento este año dependerá en gran medida de la rapidez con la que se ponga en marcha. Según el Gobierno, los créditos comenzarían a otorgarse a partir de mayo.

“Viéndolo de manera optimista esto nos permitiría cerrar este año con un crecimiento de al menos el 10%”, dijo Jaime Rumbea, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios y de Vivienda (Apive), lo que representaría un avance ya que el sector creció el año pasado en menos de un dígito.

Ahora, según Rumbea, el tema tampoco es simple, pues en promedio para que los créditos se hagan efectivos podrían pasar 2 meses dependiendo de si el cliente cumple con todos los requisitos solicitados por el banco, y el verdadero impacto en la economía se tiene cuando los proyectos se construyen.

El titular de Apive señaló que otro de los temas que preocupa a los inmobiliarios es el de la simplificación de trámites para obtener el permiso de construcción, particularmente los de viviendas de interés social. Puso como ejemplo que si un promotor desea construir departamentos económicos, únicamente el cumplimiento de la  Ley de Propiedad Horizontal podría obligarlo a perder un año en trámites, lo que tiene un costo financiero muy alto, ya que la obra queda paralizada.  

“O si yo quiero construir casas de $ 20.000 en el cantón Alausí, pero la norma me dice que solo puedo construir una villa desde 100 metros cuadrados, estaré sobrepagando la tierra porque me están obligando a pagar por algo que no necesito”, detalló Rumbea.

No hay en el país cifras exactas de cuántos proyectos urbanísticos se desarrollan, pero Apive estima que son al menos un centenar al año. Por otro lado, considerando el déficit de vivienda calculado por el Gobierno de 700.000 unidades, opinó que se deberían construir 70.000 anuales para cubrirlo. “Al menos 40.000 viviendas podrían ayudar a paliar la situación”, manifestó.  

Joan Proaño, gerente general de la constructora Proaño Proaño, destacó que el sector inmobiliario está a la espera de un reglamento de la resolución 045-2015-F, “se deben definir plazos para la aplicación de  la resolución y en el reglamento se debe fijar que existan reajustes anuales conforme a la inflación”.

Proaño enfatizó que el segmento de viviendas que más demanda tiene en la actualidad es el de $ 40 mil hasta $ 70 mil. (I)

DATOS

Esa reducción de la tasa de interés significaría un ahorro del 31,7% del valor total del inmueble.   

Por ejemplo, si una casa vale $ 30 mil el comprador tendría que pagar cuotas mensuales de $ 197,80, mientras que con la tasa anterior por esa misma casa pagaba  $ 289,50 al mes. En cambio, por una vivienda de $ 50 mil, las cuotas serían de $ 329, mientras que antes se pagaba hasta  $ 482,5. En el caso de viviendas de $ 70 mil, las cuotas serían de $ 461,6, mientras que antes ascendían a $ 675,5.

Ahora los bonos del Miduvi serán de $ 6 mil para viviendas de hasta $ 25 mil, de $ 5 mil para viviendas cuyo valor oscile entre $ 25.001 y  $ 30.000; y de $ 4.000 si la vivienda cuesta entre $ 30.001 y $ 40.000. Uno de los requisitos para acceder al bono será percibir ingresos familiares mensuales equivalentes hasta 3,5 salarios básicos.

Ley de Justicia Laboral define contrato por obra

La Asamblea Nacional aprobó dentro del proyecto de ley de justicia laboral, en su Art. 4, la adición de un articulado que crea el contrato por obra o servicios determinado dentro del giro del negocio de la construcción.  

Esta modalidad de contrato se fija para los obreros de la construcción y tiene como finalidad el establecimiento de un período de vigencia contractual, que no sea rígido, fijo o indefinido, sino sujeto a las condiciones propias de las obras de construcción o de los servicios no permanentes.

Así en este articulado se establece que el contrato durará mientras se desarrollen las labores o actividades específicas para las cuales fueron contratados, pero estableciendo parámetros y condiciones de cierta estabilidad para los trabajadores, ya que se determina que deben ser nuevamente contratados con preferencia sobre otros, en el caso de que se realicen  futuras obras del mismo empleador.

Este articulado permitirá a los obreros de la construcción dejar la informalidad, tanto en lo contractual como en lo práctico, ya que en la actualidad estos obreros trabajan bajo la temporalidad de trabajo y constante inestabilidad, por lo que con la aplicación de la ley se logrará que tengan seguridad en la contratación laboral dentro del sector de la construcción.

La ley pronto entrará en vigencia, ya que el Presidente de la República tramitó la norma sin veto, y posteriormente  a este paso se realizará su publicación en el Registro Oficial. (O)