Desde su computadora portátil, en un sector del norte de Guayaquil, Andrea García revisa más de 25.700 ‘me gusta’ (likes) que existen en Blue Peppers, su página de fans (fanpage) de Facebook que está dedicada a la salud y bienestar.

En otro punto de la urbe, Nicolt Herrera y Rogger Fernández suben nuevas fotos para mostrarlas a los casi 4.800 seguidores que tienen en Nirochi, su cuenta de Instagram que se especializa en pastelería.

Mientras que, en otro sitio de la ciudad, Karina Ojeda, en su vivienda actualiza su página en Instagram, Natural Blends, que tiene más de 7.300 seguidores y se dedica a la cosmética natural y artesanal de manteca de cacao orgánico.

Todos ellos son emprendedores que han hecho de internet el puntal principal para promocionar sus productos a través de redes sociales, como Facebook, Instagram, Twitter y Snapchat.

Es una práctica frecuente entre pequeños y medianos empresarios, además de profesionales que ofrecen sus productos y servicios, ante el fácil acceso a estas herramientas digitales que dejan en segundo plano las páginas web (website), coinciden usuarios y especialistas.

Esta tendencia se sustenta en cifras. Hasta 2013, el 28,3% de los hogares en el país tenía acceso a internet, 16,5 puntos más que en 2010, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en lo referente a Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC).

El informe indica que el 40,4% de la población utilizó internet en los últimos 12 meses y que el 16,9% de las personas que posee un celular tiene un teléfono inteligente (smartphone), frente al 8,4% del 2011, es decir 8,5 puntos más.

La penetración en redes aumenta en el país

Carmen Vaca, docente de la Facultad de Ingeniería en Electricidad y Computación de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y especialista en el tema, afirma que la penetración de redes sociales en Ecuador “era baja hasta hace 4 años y desde entonces crece por varios factores”.

Uno de ellos es la nueva generación que adquiere smartphones, el fácil acceso a WiFi, además de la disminución del precio de la banda ancha, todo lo cual permite que los usuarios tengan conexión de mejor calidad y más tiempo.

Un estudio de Hábitos Digitales en Ecuador, realizado entre mayo y junio de 2014 por medio de entrevistas a 1.134 personas, a través de un panel de internautas, revela que un 97% de ellas estaba en redes sociales, según el análisis publicado por Interactive Advertising Bureau (IAB) Ecuador, que era filial de un organismo mundial que representa y fomenta la publicidad en internet. La preferida era Facebook, seguida por Twitter y Google+.

En cuanto a actividades en redes sociales, el documento agrega que el 46% recibe información sobre alguna fanpage o perfil de marca.

Hasta noviembre de 2015, en Ecuador, Facebook registraba 8’700.000 usuarios y un 54,8% de nivel de penetración entre los consumidores, según la página de internet World Stats, registrada por la American Registry for Internet Numbers. Agrega que hasta fines de ese año hubo 13’471.736 usuarios ecuatorianos de internet y un 84,9% de penetración.

Según Adrián Burgos, presidente ejecutivo de la Agencia Creativa Digital Laika, especialista en marketing digital, en Ecuador Facebook se mantiene en primer lugar de las preferencias en redes, luego están Instagram y Twitter.

Resalta la importancia de las oportunidades que ofrecen estas herramientas digitales en el ámbito publicitario y destaca a Facebook porque en el país “tiene la comunidad más grande con más de 8 millones de mujeres y hombres suscritos, de entre 18 a 75 años, además que permite escoger el público al que se quiere llegar”.

Los datos estadísticos no detallan cuántos usuarios publicitan sus marcas por esos medios.

En los 4 años de existencia de Blue Peppers, Andrea no ha invertido un centavo en publicidad tradicional (televisión y diarios). “Ni siquiera en volantes. Todo ha sido a través de Facebook”. Se refiere al pautaje que realiza en esa red con su fanpage y en su website.

Ella brinda información gratuita de salud y alimentación, y vende productos y talleres de cocina que dicta en su casa. El último canal para concretar la venta es WhatsApp.  
Recuerda que cuando empezó su emprendimiento no había el nivel de penetración de marcas vendiendo en redes sociales. Ahora más personas utilizan esas herramientas y hay mayor competencia con buen contenido. “Para mantenerse en el juego hay que diferenciarse. Nosotros nos hemos especializado y además tenemos una buena estrategia de marketing”.

Cita de ejemplo la publicación de un taller que tuvo 5.632 likes, fue compartido 1.268 veces y tuvo cerca de 107 comentarios. “De 331.000 personas que alcanzó, obviamente no todas fueron al taller, pero la ventaja es que una se muestra. La gente sabe quién eres y se interesa”.

En Nirochi, Nicolt y Rogger suelen pautar publicidad a través de Facebook por un rango que va desde $ 5 hasta $ 50; además, por su cuenta manejan Twitter, Instagram y Snapchat. En la primera superan los 3.000 likes desde 2014 que abrieron la cuenta. Juntos suben fotos, la publicidad y el contenido; además, responden las inquietudes de los clientes “que muchas veces son bastantes preguntando precios, dirección y productos”.

Mientras, en Natural Blends, Karina actualiza Instagram, Facebook y Twitter en cuanto tiene un nuevo producto para la venta. Su experiencia en las redes ha sido tan buena que su marca pronto tendrá su sitio web. (I)

Andrea García, de Blue Peppers, revisa su página de fans en Facebook, la red social que le ha permitido ganar más de 25 mil seguidores. Foto: El Telégrafo

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Contiene diversidad de recursos

El costo de un website puede llegar a $ 1.200

Andrés Giraldo y Francisco Barberán, ambos ingenieros de sistemas multimedia con más de 10 años de experiencia en el mercado, desde 2012 viven una caída de entre el 50% y 60% de clientes que solicitan la elaboración de páginas web para promocionar sus servicios y productos.

Atribuyen este comportamiento del mercado a la aparición de las redes sociales que “revolucionaron la forma de hacer publicidad”.

Desde entonces trabajan como community managers (administradores de comunidades) de manera independiente, ante el boom de clientes que optan por publicitarse a través de las redes sociales.

No obstante, recomiendan a sus clientes tener página web de sus marcas, ya que actualmente son mejor elaboradas y permiten utilizar diversos recursos como videos.

El costo promedio de un website actualmente está entre los $ 800 y  $ 1.200, dependiendo de las necesidades del anunciante, coinciden.

“Siempre trato de decirle a mis clientes que las redes sociales son herramientas que nos sirven, pero la página web siempre va a ser su dominio, es como una carta de presentación”, sostiene Giraldo.

Barberán expresa que las redes se limitan a la publicidad y a la oferta. Pero destaca que en el sitio web se encuentran todos los detalles del producto que se promociona. (I)

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Ofrecen información permanente

La página web es la "oficina 24/7" del anunciante

Adrián Burgos, presidente de la Agencia Creativa Digital Laika, destaca la importancia del uso de las redes sociales en el momento de publicitar una marca. También resalta la necesidad de un website para las empresas pequeñas porque “es lo más fuerte” al proporcionar información detallada.

“En principio las empresas pequeñas no apostaban por el site y ahora es a la inversa”.

A su criterio, las páginas web son como una “oficina 24/7” que está abierta y opera las 24 horas del día y los 7 días a la semana. Las define como el vehículo que lleva a los medios digitales que son los que hacen la publicidad y el enganche.

Carmen Vaca, catedrática de la Espol, recuerda que desde la aparición de las redes sociales en Ecuador, pequeñas y medianas empresas optaron por estas para promocionarse. “Aunque no tengan para hacer transacciones (venta en línea), sirven mucho a la hora de ofertar servicios y productos”.

Vaca afirma que el posicionamiento de la marca por medio de estas herramientas digitales es muy positivo porque el marketing es de bajo costo, además que da posibilidades de mostrar el producto y hacer pedidos.

“La gente está muy habituada a consumir y compartir más información. Es por eso que si una empresa publicita algo a través de una red social y si a uno de los usuarios le interesa lo compartirá y puede hacerse viral. Tiene una cadena de vitalidad que no ocurre con el website que hay que actualizarlo constantemente”. (I)