Esta semana el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) presentó, en Guayaquil, el programa de Operador Económico Autorizado (OEA), una certificación a la que accedieron 3 empresas locales, cuyo mayor beneficio es el ser reconocido como un exportador confiable por las seguridades en la cadena logística.   

El secretario regional adjunto de la Organización Mundial de Aduana (OMA), Sergio Mujica, explicó  sobre este programa y habló de los avances del sistema aduanero del país.

¿Cómo surgió este programa?

El OEA es una sistema de cooperación público-privado para el tema de la seguridad y tiene sus antecedentes en los ataques a las torres gemelas el 11 de septiembre, cuando todos los directores de aduana del mundo vieron que la seguridad de la cadena logística tenía vulnerabilidades y pasó a ser una prioridad. El gran desafío era hacer un buen balance entre la facilitación al comercio exterior y el control. Salimos entonces con este marco normativo que establece la cooperación con las aduanas del mundo y también del sector privado.

¿Qué estándares deben cumplir las empresas?

Son estándares exigentes y rigurosos que cada país ajusta a su normativa bajo lineamientos de la OMA. Tiene que ver con infraestructura de la empresa, por ejemplo, asegurarse que las instalaciones no permitan una contaminación o vulneración; continúa con los procedimientos, que tienen que dejar registros de la ruta que sigue la mercancía y también tiene que ver con el personal de la empresa con el que trabajo, su historial, quienes son mis proveedores y mis transportistas. Allí se genera una cadena más segura. Es un esfuerzo, pero creo que el mayor beneficio, además de un menor control, es el prestigio. Si yo soy un país que tengo como prioridad la seguridad, obviamente voy a preferir comprarle a un exportador certificado. Se logra también eficiencia porque la empresa conoce sus procesos.

¿Antes de esto no había mayor control de las exportaciones en la aduana?

La seguridad de la cadena logística  no era un rol de las aduanas, que estaban preocupadas más de la recaudación, del contrabando y de la lucha contra las violaciones a la propiedad intelectual. El énfasis de la fiscalización estaba en las importaciones. Aunque tampoco había una conciencia clara de que la cadena era vulnerable.

¿Cómo ha observado la OMA la evolución de la aduana ecuatoriana en materia institucional y tecnológica?

Hemos hecho un seguimiento a estos cambios que han sido sustanciales. Por ejemplo, en la parte normativa para que una aduana funcione tiene que tener una base sólida que se ajuste a los estándares internacionales y con el Código de la Producción de 2010, Ecuador ajustó su marco normativo aduanero al estándar OMA. En materia de institución hubo un rediseño y en el caso de la tecnología el emblema es el Ecuapass. Es un sistema reconocido a nivel mundial.

El haberlo incorporado a los celulares fue interesante, Ecuador está a la vanguardia, no tengo duda de eso.

¿Qué retos quedan?

La modernización no es un lugar al que se llega y terminó la tarea, requiere mejoramiento y un buen balance entre facilitación y  control, porque hay que dar fluidez al comercio, pero dar seguridad a los usuarios. (I)