El presidente Rafael Correa calificó de "bastante bueno" al acuerdo comercial que cerró hoy Ecuador con la Unión Europea (UE).

"Puedo decir que se ha llegado a un acuerdo bastante bueno", dijo el Primer Mandatario desde Brasilia, en donde realiza una visita oficial.

El Jefe de Estado recordó que en diciembre próximo iban a terminarse las preferencias arancelarias que gozan ciertos productos ecuatorianos en el bloque europeo. Además afirmó que la decisión de llegar a un acuerdo comercial también se debió a que países como Colombia y Perú ya tienen en vigencia tratados de libre comercio con la UE.

"De no cerrar el acuerdo, básicamente el banano, flores, atún etc, podían perder mucha competitividad. Y Europa es nuestro principal mercado no petrolero.  Se arriesgaban centenas de millones de dólares y puestos de trabajo, lo cual nos presionó a negociar el acuerdo, pero establecimos líneas rojas que no estábamos dispuestos a pasar y no hemos traspasado", aseguró Correa.

Esta madrugada (04:00), el ministro de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, anunció que Ecuador alcanzó un acuerdo comercial con la UE, tras una reunión que mantuvo en Bruselas con el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht.

"Ecuador ha terminado el proceso de negociaciones con la Unión Europea para incorporarse al Acuerdo Multipartes que adicionalmente lo integran Perú y Colombia", anunció el ministro destacando los resultados de un "esfuerzo de cerca de cuatro años".

El acuerdo "está adaptado a nuestras necesidades", añadió el funcionario ecuatoriano, al explicar que "potencia al máximo las oportunidades, reduce a su mínima expresión los costos, respeta el modelo de desarrollo del país y permite proteger a los sectores más sensibles a nivel productivo".

"Creo con absoluta convicción que ese objetivo ha sido logrado. Hemos logrado un paquete equilibrado que es beneficioso tanto para la Unión Europea como para el Ecuador, que cumple con estas cuatro condiciones", sostuvo el ministro.

Ecuador abandonó en 2009 las negociaciones que mantenía junto a Colombia y Perú con la UE, por considerar que los resultados no iban encaminados a favorecer el desarrollo del país, pero las reanudó en enero de este año.

La semana pasada lanzaron la cuarta y última ronda de negociaciones pero se vieron obligados a suspenderla luego de que la UE presentó "posiciones nuevas que podían cambiar el equilibrio general del acuerdo", indicó el ministro, por lo que la parte ecuatoriana necesitó consultas con la máxima autoridad del país.

Rivadeneira indicó que algunas de las "principales dificultades" para que hubiese un acuerdo "equilibrado y beneficioso para las partes" recayeron sobre la parte agrícola.

En concreto Ecuador buscaba el mejor trato posible sobre el banano, principal producto de exportación no petrolero del país y principal proveedor de ese producto en la Unión Europea.

Quito quería que la UE "tome esto en consideración en relación a Colombia y Perú", señaló el ministro que aseguró que alcanzaron un acuerdo "con condiciones muy similares" a las de sus vecinos, con sólo "pequeñas diferencias".

El ministro prefirió no mencionar el arancel alcanzado para este producto una vez que rija el acuerdo, pero explicó que se estableció un proceso que combina un cronograma de desgravación con un "disparador" si alcanza un determinado volumen de exportaciones hacia la UE, para evitar que se inunde el mercado europeo con banano ecuatoriano.

"Es un acuerdo sobre el banano que satisface las necesidades y supera las preocupaciones del sector bananero", dijo.

Según los términos del acuerdo, Ecuador obtiene además un acceso con cero arancel al mercado europeo para toda su oferta industrial, incluida la agroindustria, lo que permitirá "apalancar el cambio de la matriz productiva", señaló, ofreciendo un acceso a un mercado de 500 millones de personas.

Otros asuntos sensibles se referían a las licitaciones públicas y a las soluciones sobre procedimientos para las importaciones de bienes comunitarios.

Rivadeneira destacó que Ecuador ha abierto su mercado en muchos ámbitos porque "nos interesa que Europa siga siendo proveedor de compras públicas", pero indicó que el país consiguió mantener su mecanismo "privilegiado" para que las pequeñas y microempresas "puedan utilizarlo y crecer en el mercado nacional".

También dijo que "existe la voluntad política" de la UE para mantener las preferencias arancelarias que ofrece a Ecuador más allá de finales de este año, cuando vence, con idea de que el país no pierda ventajas hasta que el nuevo acuerdo esté en vigor. "Estamos trabajando con los europeos para buscar un mecanismo legal y político que permita que esos beneficios se puedan extender", apuntó.

"El escenario optimista sería que el acuerdo (que se cerró hoy) entre en vigencia de manera provisional en aproximadamente dos años a partir de ahora, es decir en algún momento del segundo semestre del año 2016, una vez que el Parlamento Europeo lo apruebe", indicó Rivadeneira.

Reiteró que Ecuador logrará bienestar social con este tratado y protegerá a los pequeños sectores vulnerables.

Según datos de la Comisión Europea, las importaciones europeas de productos ecuatorianos alcanzaron en 2013 los 2.600 millones de euros (USD 3.500 millones) y las exportaciones al país sudamericano sumaron 2.300 millones de euros (USD 3.100 millones).