Entre las medidas del Plan Económico consta una reforma al Impuesto a la Propiedad de Vehículos Motorizados, que extiende la depreciación de estos, de cinco a 10 años.

Su efecto se verá en un pago más alto en la matrícula vehicular, según el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Leonardo Orlando.

Actualmente la depreciación anual se calcula sobre el 20% del costo de comercialización (avalúo) del automotor. Lo que propone el Gobierno es reducir al 10%.

Orlando explicó que, por ejemplo, un vehículo nuevo valorado en $ 40.000 el primer año va a pagar lo mismo, el segundo año la depreciación con la tarifa actual será de $ 8.000; es decir que el valor del automotor queda  en $ 32.000 y a partir de este monto se calcula la depreciación del siguiente año.

Si se aplica la devaluación al 10%, como está planteada, el pago del vehículo para el segundo año será de $ 4.000 y su valor será de $ 36.000, el impuesto se paga sobre esta cantidad.

El SRI sustenta la medida en estudios técnicos que demuestran que el promedio de vida útil de un automotor es de 10 años y no cinco como dispone la ley vigente.

En Ecuador el parque automotor está compuesto por 2.5 millones de vehículos con una edad promedio de 12,2 años, según cifras de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae).

Las camionetas tienen 15 años de edad promedio, transporte pesado (camiones y buses) 12,6 años, automóviles 11,7 años y SUV (todoterreno) 9,6 años.

David Molina, director ejecutivo de la Cinae, comentó que el análisis debe observar si el vehículo perdió su valor contable durante su vida útil.

Dijo que no existe claridad sobre si la depreciación va a ser utilizada únicamente para efectos del pago de la matrícula o también en el esquema de contable de una empresa.  

“Una cosa es que una compañía compre un vehículo para el desarrollo de su actividad productiva y otra que lo utilice para fines administrativos”, dijo Molina e hizo hincapié en que cualquier reforma debe estar alineada a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).

Otro efecto será en la base imponible del Impuesto a la Renta (IR). Un mayor tiempo de depreciación reducirá el monto de ahorro para el pago del tributo.

Orlando aclaró que una persona que no usa su vehículo para una actividad económica productiva no tiene que declarar el gasto. También se eliminará la rebaja del 80% del impuesto a la propiedad vehicular para autos de una y dos toneladas. Un total de 8.615 automotores se verán afectados.

Además el plan económico propone disminuir la exoneración del impuesto ambiental a vehículos productivos del 100% al 50%. No aplicará para las unidades del servicio público de transporte.

Las reformas anunciadas por el Gobierno preocupan a la Federación Nacional de Transporte Pesado. Juan Carlos Andrade, presidente del gremio, expresó que ninguna industria paga por la maquinaria que usa para generar un bien o servicio, situación que sí sucedería con el transporte comercial.

“No estamos en capacidad de pagar ningún otro impuesto”, enfatizó Andrade y mencionó que en la exoneración ambiental debe considerarse la calidad de combustible que se comercializa en el país, ya que esto marca las características de los autos que circulan.

Genaro Baldeón, presidente ejecutivo de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador, criticó que todavía las autoridades no han dado luces claras sobre cómo operará la eliminación de los incentivos tributarios.

Con los detalles que se conocen, Baldeón señaló que los cambios tributarios no tendrían un impacto en el costo de venta de los vehículos. La afectación a los contribuyentes será en el pago de impuestos posteriores a la compra.

Por la optimización del impuesto a la propiedad vehicular se estima una recaudación anual de $ 33 millones desde 2019 a 2021. Es uno de los cinco incentivos tributarios que se eliminarán de un total de 130. (I)