Hoy culmina en Bélgica (Bruselas) la Cuarta Ronda de Negociaciones entre Ecuador y la Unión Europea (UE), en busca de un acuerdo comercial multipartes similar al firmado por Colombia y Perú. La expectativa de que surja un arreglo es alta. El presidente de la República, Rafael Correa, expresó ayer en Guayaquil, que quedan “muy pocos puntos de conflicto”, y que esperaba que esta fuera la última ronda.   

Fuentes de la UE indicaron a medios internacionales que si bien el número de asuntos por discutir es limitado, y se lo está haciendo a niveles de jefes negociadores, estos temas son lo “más difíciles” de resolver.

A lo largo del proceso, que comenzó en enero de este año, el gobierno ha insistido en que no sobrepasará ciertas “líneas rojas” relacionadas con los temas de compras públicas y propiedad intelectual.  

El sector farmacéutico, por ejemplo, asegura que la protección de datos de prueba por 5 años de un medicamento -adicionales a los 20 que dura la patente-, restringiría el acceso a la producción local de genéricos. La postura de esta industria  ha sido contraria a la firma de un acuerdo bajo tales condiciones.

Por ahora, uno de los objetivos del equipo negociador es que el  acuerdo respete las economías asimétricas de Ecuador y la UE, y crear condiciones para que una apertura de mercados no afecte a  bienes sensibles como los lácteos.

Ecuador abandonó las negociaciones en 2009 por considerar que dicho acuerdo no favorecería al país. Según un estudio de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (Cepal), -difundido por Correa en una de las últimas sabatinas-, se prevé una disminución del 0,20% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, en caso de que no se llegue a un acuerdo con el bloque. Por otro lado, se daría un incremento del 0,10% en este indicador, en caso de concretarse.

Fin de preferencias

Empresarios locales agrupados en la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) expresaron la necesidad de un arreglo este  año, pues de lo contrario, se estima perjuicios económicos por más de $ 2 millones. La urgencia se basa en que el Sistema de Preferencias Arancelarias (SGP Plus) concluye para Ecuador el 31 de diciembre de 2014.

A través del SGP -que es una política de la UE para impulsar el comercio en los países en vías de desarrollo-, 6.500 productos ecuatorianos se exportan hacia ese mercado sin restricciones.

Luego de que en 2012 el Banco Mundial clasificó a Ecuador como país de renta media alta, este quedó fuera de la lista de países elegibles en el programa. De momento, la intención es buscar un mecanismo para extender las preferencias hasta que un eventual acuerdo sea ratificado por el Parlamento europeo, lo que permitirá a Ecuador tener acceso a los beneficios comerciales.

Cuando Colombia y Perú firmaron el acuerdo en 2010 entró en vigencia 3 años más tarde. Según Mauro Mariani, delegado de la UE en el país, en el caso ecuatoriano el acuerdo podría entrar en vigencia en un año y medio o más, “este es el próximo desafío”.