Peculado en la compra de insumos médicos, sobreprecios y tráfico de influencias, son los últimos actos de corrupción detectados al interior del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y de sus hospitales en plena emergencia sanitaria.

Unas 31 casas de salud y entidades vinculadas al IESS son investigadas por estas razones. En el Hospital de Los Ceibos, por ejemplo, se presume que hubo sobreprecios en la compra de bolsas para cadáveres y otros insumos médicos. Durante esta emergencia, esta institución ha realizado 10 contratos por $ 3’560.105, según el Servicio de Contratación Pública (Sercop).

Víctor Hugo Villacrés, director de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas de la Universidad Indoamérica, señala que los actos de corrupción existen desde muchos años atrás. 

Villacrés, quien fue presidente del Consejo Directivo del IESS entre marzo de 2014 y marzo de 2015, asegura que el ingreso anual de la seguridad social es de más o menos $ 6.500 millones. Esto hace que esté en la mira de instituciones privadas que buscan mecanismos para entrar como proveedores.

El IESS, continúa, compra insumos médicos, medicinas, construcciones, insumos administrativos, sistemas operativos, entre otras cosas. “Tiene una corriente de proveedores que constantemente le están ofreciendo cosas. Muchas de estas no se necesitan en el IESS, pero los proveedores buscan los mecanismos para generar la necesidad. Esta es una primera fuente de corrupción desde los externos. Tan corrupto es el que da como el que recibe”, explica Villacrés y describe el proceso de compras en la institución.

Las compras deben tener la autorización de una autoridad, según su monto. El académico aclara que el Consejo Directivo legisla y fiscaliza, pero no contrata. Sin embargo, puede autorizar el inicio de procesos de compra que superen ciertos montos.

El Consejo nombra al director general del IESS, quien es el representante legal de la institución y sobre quien recae todo el peso y responsabilidad de las contrataciones.

Sin embargo, el director general tiene un segundo a bordo que es el subdirector general, que puede autorizar compras hasta por un monto determinado. Después están los cuatro directores de los seguros especializados (seguros de invalidez, vejez y muerte; salud; riesgos de trabajo y el seguro social campesino), quienes pueden tener delegaciones para firmar contratos.

El director del seguro especializado de salud delega a su vez a los gerentes de cada hospital, para que cada uno contrate hasta cierto monto. “El problema no es el esquema, es la gente corrupta. En el IESS hay 30.000 funcionarios, como autoridad no se puede responder por todos”, asegura Villacrés.

Entonces, ¿sobre quién recae la culpa de los actos de corrupción? Según el experto, caerían sobre quien autorizó el inicio del proceso, el controlador de gasto, el controlador de pago, el departamento de compras públicas y la comisión que analiza la compra y la respalda.

A los varios elementos que afectan la liquidez del IESS, se suman los casos de corrupción en su interior. “Evidentemente, si se puede ser más eficiente en la administración se va a tener más recursos para destinar al tratamiento de los afiliados”, dice.

Debido a la pandemia, el IESS va a tener menos ingresos. Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la población afiliada podría disminuir en un 7%, mientras que la masa salarial de los que queden bajaría un 17%. Esto tendrá efectos importantes en el seguro de invalidez, vejez y muerte.

Los impactos de la pandemia en el fondo de pensiones dependen de la rapidez con la que el país, y por tanto el IESS, se recuperen de la crisis, asegura la OIT.

Bajo el supuesto de que el Estado no cumpla con su aportación y si la recuperación de la pandemia es rápida, las reservas del fondo se agotarían en 11 años. Mientras que, en el caso de una recuperación lenta, el agotamiento de las reservas sería en siete años.

Justamente esta realidad es la que Marco Proaño Maya, experto en seguridad social, cree que debería considerarse en medio de la pandemia y las noticias de corrupción.

Explica que con los aportes de los afiliados activos se financian las prestaciones de los trabajadores pasivos. La reducción de aportantes es un golpe duro a este sistema de reparto. “En tiempos de pandemia no se respetó la vida de la gente, el IESS estuvo al servicio del Gobierno de turno y no al servicio de los afiliados y de los jubilados”, comenta.

Para Villacrés, la participación de la sociedad civil, de los afiliados, menor injerencia política y el cobro de deudas, podrían ayudar a mejorar la liquidez del Instituto.

Fuerza de Tarea estudia modus operandi de compras públicas

Fiscales y policías que integran la denominada Fuerza de Tarea creada por la Fiscalía General, ejecutaron este jueves 18 de junio de 2020 (hasta las 18:00) 48 allanamientos y detuvieron a 16 personas en cuatro ciudades.

Medicinas, contratos, facturas y sellos de hospitales de todo el país se han levantado como indicios, indicó la Fiscalía en su cuenta de Twitter. Los allanamientos ocurrieron en dependencias y domicilios de Guayaquil, Daule, Samborondón y Quito, por presuntos actos de corrupción en hospitales públicos.

Según información oficial preliminar, las intervenciones se realizan tras una denuncia de la Gobernación del Guayas, que fue presentada en las últimas horas, sobre la existencia de una presunta estructura delincuencial que operaría en hospitales del sector público y del IESS.

“Su modus operandi consistiría en adquirir insumos médicos con sobreprecio, favoreciendo con contratos a funcionarios públicos”, señaló la Fiscalía.

Hasta la tarde de este jueves 18 de junio se conocía que existirían alrededor de 30 órdenes de detención. (I)