El 13 de marzo de 1928 se creó la Caja de Pensiones para garantizar una vejez digna al trabajador. hoy el iess también ofrece salud
Cordero: “Parecería que estamos ante primera huelga de gerentes”
Al cumplirse hoy 86 años de la creación del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), el presidente del Directorio, Fernando Cordero, hace un balance del sistema, el cual debe alcanzar la universalidad como establece la Constitución de 2008.
Algunos críticos plantean que el Estado no está en capacidad de atender a todos los que propone como atención obligatoria. ¿Hay las condiciones para eso?
Si los derechos son universales y son iguales para todos, es obvio que hay unos que pueden solidariamente contribuir para que todos tengamos los mismos derechos y otros que están incapacitados de colaborar para sus propios derechos. El aseguramiento contributivo, es decir, para el seguro universal obligatorio que dice la Constitución o Seguro General Obligatorio que dice la ley vigente desde 2001, no tiene diferencias, excepto en el pago, porque es porcentual.
Cuando cobramos 20,5% a todo el mundo es porque la tarifa del IESS es universal, pero los salarios no son universales. El que gana $ 340 aporta $ 70 al mes y el que gana $1.000 debe pagar $ 205 al mes; si gana $2.000 debe pagar $ 410 al mes. Eso es lo solidario.
El incremento del número de afiliados es un tema de tensión. ¿Cómo atender esa demanda?
En Ecuador basta ver las cifras de la población económicamente activa y sabremos que la mitad de ella no tiene empleador. Ahí está un conjunto social absolutamente heterogéneo de ecuatorianos: taxistas, artistas, arquitectos, etc. A todos ellos no se les puede decir que no son actores económicos, que no tienen ingresos. Aquí hay una interesada forma de desfigurar lo que el IESS pretende. Por ejemplo, se quiere comparar los aportes de una persona en relación de dependencia con quien no tiene relación de dependencia. Para el IESS, independientemente de si tienes empleador o no, una vez que eres afiliado debes tener exactamente los mismos derechos, eso lo dice el artículo 369 de la Constitución. Si bien el empleador paga la diferencia de 20,5% de lo que paga el empleado, quien aporta el 9,45 -ahí vienen las comparaciones distorsionadas-, no es posible que a un arquitecto empleado le cobren 9,45% del salario y a un arquitecto independiente el 20,5%.
¿Qué pasa con los jóvenes entre 18 y 25 años que ya no accederían a prestaciones de salud?
Ahí tuvimos que corregir, porque la primera voluntad del Consejo Directivo era darles una protección adicional, pero la protección hasta los 18 años fue creada por ley y no se puede crear una nueva prestación mediante resolución. Lo que está permitido es que el hijo del afiliado, al cumplir 18 años, pueda afiliarse sin relación de dependencia, pero si el IESS descubre que está empleado por su papá con un ingreso superior a los $ 340, que es la segunda parte de la polémica –y parecería que estamos frente a la primera huelga nacional de gerentes-, ellos accederán al llamado Seguro General Obligatorio.
Es decir, así se denomina, pero no pasa a ser obligatorio…
Constitucionalmente esa es una actitud solidaria; pero la resolución que está en discusión hoy, la 464, dice ‘podrá’, es decir, tiene un carácter volitivo.
¿Por qué dice que sería la primera huelga nacional de gerentes?
El contratante aparece aquí de parte de los que tienen una cantidad de dinero y no por lo que dice la 464, sino porque el SRI y el IESS les dicen claramente a los gerentes, a los empresarios, que tienen ingresos significativos. Por ejemplo, el señor de los ‘hot dogs’ tiene que comprar pan, salchicha, cebolla, eso no es un ingreso para él, si bien tiene ingresos por la venta de los ‘hot dogs’, por eso deduce sus gastos. El señor de los ‘hot dogs’ estará exento del pago del Impuesto a la Renta si no gana más de $ 867 al mes. Entonces, digo que es la primera huelga nacional de gerentes porque les quieren hacer salir a la calle a los de las tiendas de abarrotes, taxistas, choferes de bus, a todo el mundo, creyendo que es una resolución contra ellos. Es una resolución a favor de ellos, porque los derechos no se negocian, simplemente se exigen. El IESS está creando las condiciones favorables para que puedan incorporarse paulatinamente los que con ingresos líquidos iguales a $ 340 al mes puedan afiliarse, y si ganan más, tampoco les vamos a perseguir.
¿Si todos tenemos esos derechos, en qué medida se coartan cuando la eficiencia y la incapacidad física y operativa del IESS lo impiden?
Ese es un cuento ideológico. Parte de la campaña que se hace en los medios es crear confrontaciones entre personas del mismo equipo de Gobierno. Cuando empezó la Revolución Ciudadana, el IESS atendía 1’200.000 personas por año, es decir, 100.000 personas por mes; ahora atiende a cerca de 12 millones de personas por año. Que tenemos dificultades, sí, pero las reducimos todos los días. Por ejemplo, el sistema de turnos vigente desde hace pocos días ni de lejos es como en los tiempos históricamente del reclamo, la época de las veredas, de las calles atestadas de gente que iba a dormir para pedir un turno. Los que salen ahora a criticarle al IESS eran responsables, integraban el Consejo Directivo cuando la gente se moría esperando en las veredas, cuando los jubilados que se declaraban en huelga de hambre se morían. Entonces, esta es una confrontación ideológica de los que querían privatizar el Seguro Social.
El Presidente dijo que a la Clínica de los Valles el IESS le dio $ 73 millones. ¿Eso es bueno o malo?
El IESS tiene obligaciones con sus afiliados y con los jubilados, así después el Estado nos devuelva la plata de los jubilados, nosotros estamos obligados por ley a atender las prestaciones de salud. Si la capacidad operativa del IESS, más la del sector público no contributivo (todo lo del Ministerio de Salud) resulta insuficiente, tenemos que transferir al paciente al sector privado, que pasa a ser una red complementaria. Ventajosamente desde 2011, con un tarifario universal aprobado por el Ministerio de Salud, ese tarifario equilibra de alguna manera la red pública con la que prestan los privados. Teóricamente daría igual curarse en el IESS que en el Hospital de los Valles, pero no significa que no podamos mejorar nuestra capacidad pública; de todas maneras los seguros privados hacen lo imposible por asociarse o por tener su propia clínica. Y si pese a todos los esfuerzos administrativos, técnicos, científicos, no logro tener el 100% de la capacidad operativa, la red privada sirve de complemento. Lo público y lo privado transparentemente manejados está bien que existan.
¿Hasta dónde mejorar la atención, incluso la tramitología, garantiza el derecho a la seguridad social?
Veamos lo que está en debate, de nuevo es un tema ideológico. Mientras para el sector público la salud es un derecho, para el sector privado, porque la Constitución lo permite, es parte de un negocio. No digo que los médicos privados son negociantes, porque muchos no son dueños de las clínicas; pero hay un capitalista que ve como negocio ponerse una clínica y contratar a los mejores especialistas. Nosotros no decimos que se acabaron los negocios privados y vamos a estatizar todo, porque si no la actitud del IESS y del Ministerio de Salud sería expropiar todos los hospitales y volverles públicos; lo que decimos es que compartamos nuestra responsabilidad con un tarifario acordado con ellos, pero sin discriminación.
¿Cuánto va a marcar ese tema ideológico la elaboración de una nueva ley del Seguro Social?
Estará en definitiva marcada por esos temas. Civilizadamente hay que escuchar a todos, pero también hay que entender que un país que quiere cambios radicales es aquel donde los derechos de la gente se reconocen paulatinamente. La Constitución está escrita en presente, pero eso no la vuelve omnipresente. Hoy es imposible, el Ecuador no tiene condiciones sociales ni económicas para decretar en una ley el aseguramiento universal. Lo más fácil es decir lo que dicen los detractores del IESS, “simplemente, eso es problema del Estado”. Pero si les quieren cobrar un dólar más de impuesto, ponen el grito al cielo. El Estado se nutre, entre otras cosas, de impuestos y tasas.
Y de los ingresos petroleros…
De los ingresos petroleros que algunos no quieren ni explotar. El Estado no es una entelequia que se usa como comodín para justificar lo que no quiero hacer. La Constitución ventajosamente dice que la seguridad social es universal, pero se fundamenta en la solidaridad y esta es múltiple.
SOLO EL 2% DE AFILIADOS GANA MÁS DE $ 2.500
La creación de un fondo que asegure una vejez digna para los trabajadores se empezó a discutir en el gobierno de Eloy Alfaro en 1906 y con la Revolución Juliana de 1925 se configuró la Ley de Jubilación, Montepío Civil, Ahorro y Cooperativa, con la cual se creó la Caja de Jubilaciones, después llamada Caja de Pensiones. Ahora el IESS no solo abarca pensiones sino un conjunto de prestaciones que atienden a las personas desde que nacen hasta que termina la vida laboral, destaca Cordero.
Sin embargo, la ampliación de la cobertura también exige reformas. El funcionario explica que el 60% de los afiliados gana menos de 400 dólares al mes y solo el 2% gana más de $ 2.500, ahí están mandatarios con ingresos superiores a $ 5.000, $6.000 y 10.000 dólares al mes. Asimismo hay un grupo de gerentes que se han afiliado con salarios de $ 7.000 y $ 8.000.
A octubre de 2013, el IESS reportó 2’646.188 afiliados y la intención es que la mayoría de la población económicamente activa se afilie y aporte al sistema. De ahí que los cambios propuestos en la Resolución 464 de febrero pasado, han permitido que hasta el 11 de marzo se afilien voluntariamente 38.000 trabajadores no dependientes. El propósito del IESS es que cerca de 180.000 personas más se integren al sistema.