El envío de remesas de los colombianos en el exterior aumentó en 16%
Con la devaluación del peso, el rango de inflación en Colombia llegaría al 4,75%
La fuerte devaluación de la moneda que sacude a Colombia y que ya roza el 60% anual, ha provocado un remezón económico en el país. Sin duda el origen ha sido la disparada del dólar por causa de la caída de los precios del petróleo, un hecho que ha revelado que la economía colombiana no está preparada para semejante desplome del peso.
Bajo los índices del crecimiento 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB) que el país ha mostrado en la última década como resultado de políticas neoliberales han aparecido los estragos para los sectores más deprimidos de la población: mayor costo de vida, pérdidas de oportunidades y una alta dependencia de las inversiones extranjeras, sobre todo las minero-energéticas. Pero también está el alto grado de corrupción que sacude todas las esferas sociales, políticas y económicas, que malversan cada año alrededor de $ 8.000 millones, según fuentes de Transparencia Internacional.
La fuerte devaluación del peso (59,1% anual) ha aumentado las presiones inflacionarias hasta un punto en que el Banco de la República ya reconoció que el país no va a cumplir con la meta de este año, fijada en un rango entre 2% y 4%. Mientras en julio la encuesta de expectativas de inflación del emisor daba por hecho que los agentes del mercado esperaban una inflación que estuviera en promedio en 3,89%, con un máximo de 4,28% al finalizar 2015; en la encuesta de agosto, los mismos agentes preveían una inflación promedio de 4,21% y máxima de 4,75%.
El efecto de medidas se siente en los productos importados
Frente a la preocupación de los consumidores sobre el incremento en los precios de los alimentos, el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, dijo a EL TELÉGRAFO que “están activados los controles para que no se incrementen los precios de la canasta familiar por la especulación que pueda causar la subida del dólar”.
El secretario señaló que no van a permitir especulaciones. “Ahí está la Superintendencia de Industria y Comercio, que ha demostrado ser efectiva en las investigaciones y sanciones cuando hay violación a las normas. Y la llamaremos, cada vez que la necesitemos, como sucedió con el tema lácteo”, mencionó.
Iragorri indicó que el efecto de la devaluación (del peso) se sentirá en los productos importados, como los cereales y las leguminosas, así como en la maquinaria y los equipos. “Esta es la gran oportunidad para sustituir importaciones, aumentar las exportaciones del sector agrícola y garantizar la seguridad alimentaria”, destacó el funcionario.
Productos importados escasean
Para el analista privado Bernardo Ramírez, este hecho ya se está sintiendo con fuerza en los anaqueles de los supermercados. “Cuando los consumidores van a los supermercados ya no encuentran los productos importados a los que estaban acostumbrados porque para los dueños de los almacenes ya no es rentable venderlos ante el incremento en el valor del dólar”.
Efectivamente, en el último mes, el valor del dólar se ha disparado: de 2.850 pesos ha superado la meta de los 3.000 pesos y ahora está cerca de los 3.100 pesos. Pero desde agosto de 2014, cuando registró 1.919 pesos, la escalada fue creciendo. Este año la divisa comenzó en 2.392 pesos, es decir que en el acumulado entre enero y agosto, el valor del dólar se ha incrementado en casi 800 pesos.
Un importante factor de análisis en esta coyuntura es su impacto sobre el sector privado. Durante prácticamente una década de revaluación, el precio de los productos importados significó un techo para el de los bienes colombianos.
Con la devaluación, ambos factores han cambiado. Actualmente, el 70% de las importaciones es de materias primas y maquinaria, mientras que solo 30% corresponde a bienes de consumo final. Y esta situación en la estructura de costos de las empresas se está sintiendo con un impacto importante.
Para el analista Eduardo Sarmiento, “las implicaciones en el desfase de la inflación son importantes, sobre todo si llegara a crecer. No solo la inflación es un impuesto a los más pobres, sino que la evidencia empírica indica que una mayor inflación está correlacionada con un menor crecimiento a largo plazo, ya que distorsiona la visión de los agentes económicos y dificulta sus decisiones de inversión y de planeación.
Aquello es porque la inflación implica enormes costos en materia de salarios, funcionamiento y financiamiento para todo el mundo”.
Menor crecimiento
Pero si la inflación está al alza, el crecimiento está a la baja. El mismo Banco de la República redujo sus pronósticos de crecimiento de un nivel inicial superior de 4% a 3,6%. Más recientemente, el equipo técnico del emisor proyectó un crecimiento de apenas 2,8% este año y aún menor el año entrante.
Incluso hay quienes creen que este estimativo es optimista. Bank of America-Merrill Lynch estima un crecimiento para este año de 2%, cifra que, aunque baja, es muy superior al promedio del continente, que se proyecta en 0,6% por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las remesas mejoran
Sin duda, la disparada del dólar ha causado dolores de cabeza a varios sectores económicos, como los comerciantes que traen sus mercancías de otros países, y a causa del fenómeno devaluatorio han tenido que trasladar los incrementos de sus productos a sus consumidores finales, encareciendo el costo de vida.
Pero mientras unos tratan de ser competitivos en medio de la fluctuación de la divisa norteamericana, los que sí están contentos son los ciudadanos que reciben remesas, ya que gracias a esta trepada del billete verde ven más pesos en el momento de monetizarlo.
Cifras del Banco de la República revelan que en los primeros siete meses de 2015 los colombianos en el exterior aumentaron en 16% sus envíos de remesas al país, llegando a 2.694,7 millones de dólares, frente a igual período de 2014 y gracias a la subida del dólar.
Para Diego Franco, corredor de la firma comisionista Valoralta, estas personas que reciben ingresos provenientes del exterior están mejorando su poder adquisitivo frente a lo que recibían un año atrás. “Ellos están ganando mil pesos más que lo que recibían en 2014. Además, les permitirá mejorar sus niveles de ahorro”. (I)
El Banco Central mantiene tasa de interés en 4,5%
El Banco de la República de Colombia (Central) mantuvo este viernes la tasa de interés de intervención en 4,5%, informó el organismo en un comunicado.
La decisión estuvo principalmente basada en que en “julio la inflación anual al consumidor (4,46%) aumentó levemente” y en que “las expectativas de inflación de los analistas (...) se incrementaron y continúan en la mitad superior del rango meta”, según el texto.
Además, el ente aseguró que tuvo en cuenta que “las cifras de actividad económica mundial continúan reflejando una débil dinámica de la demanda externa”, que en “Estados Unidos y la zona euro la economía continúa recuperándose, pero a tasas algo inferiores a las previstas”, que “en China la actividad económica continúa desacelerándose” y que los precios del petróleo han seguido en descenso.
A fines de julio, el Banco de la República redujo la previsión de crecimiento del país para 2015 de 3,2% a 2,8%, una perspectiva que mantuvo este viernes.
En 2014, el Producto Interno Bruto (PIB) colombiano creció 4,6%, mostrando una leve desaceleración frente al año anterior (+4,9%).
En tanto, la inflación, que cerró 2014 en 3,66%, acumulaba a julio de este año una variación de 3,52%.
Con 48 millones de habitantes, Colombia es la cuarta economía de América Latina, según cifras del Banco Mundial recogidas por AFP. (I)