Entre 2015 y 2019, el Ecuador dejó de percibir $ 832 millones en impuestos a los cigarrillos. El responsable: el contrabando y el comercio ilegal del producto.

De cada 10 tabacos que se venden en el mercado ecuatoriano, siete llegan por vías ilegales. Según la firma Philip Morris Internacional (PMI), si la tendencia continúa, para este 2020 el país perderá $ 260 millones en impuestos.

La directora del Servicio Nacional de Aduanas (Senae), María Alejandra Muñoz, agrega que a las pérdidas se suma la falta de confianza que representa el contrabando para las marcas interesadas en invertir en el país. “La empresa debe estar segura de que cuando venga a invertir en Ecuador, no van a venir los productos de contrabando o falsificados”.

Según PMI, Ecuador es el segundo país con mayor incidencia de comercio ilegal de cigarrillos en América Latina, tan solo después de Panamá.

Alexander Wittich, gerente de Integridad de Marca Cluster Andino de PMI, ejemplificó el problema del contrabando a nivel mundial. La empresa a la que representa produce un total de 855.000 millones de unidades de cigarrillos.

Su principal competencia llega a los 650.000 millones. La segunda competencia es el mercado ilegal cuya venta asciende a los 600.000 millones de unidades. “La diferencia es que compiten sin pagar impuestos”, recalcó Wittich.

El problema es tal que los contrabandistas solo necesitan una bicicleta para empezar a introducir los cigarrillos al Ecuador. En ese medio de transporte alcanzan a cargar cuatro pacas de tabacos. Si una persona realiza ese ejercicio tres veces a la semana gana $ 800. “Esto en un país como Ecuador, donde el sueldo básico es de $ 400 y en Colombia $ 300, es atractivo. Solucionar el problema es difícil”.

Para Glenda Ruiz, directora de Itabsa, Tanasa y Proesa, empresas de la industria tabacalera, el contrabando debe ser considerado “un problema de seguridad nacional que genera competencia desleal, corrupción e informalidad”. El delito está conectado con otros como el lavado de activos, narcotráfico y financiamiento de mafias criminales, explica Ruiz.

Pero la cadena de contrabando no se inicia en las fronteras ecuatorianas. Wittich explicó que el 70% de cigarrillos que entran ilegalmente al Ecuador, vienen desde Asia. Pasa por la zona de libre comercio en Panamá hasta llegar a Colombia vía lancha. Al país, los cigarrillos entran por la frontera. La modalidad ya lleva cinco años operando.

Por este motivo, Ecuador será sede de la Alianza Latinoamericana Anti-Contrabando que en mayo juntará a 16 países que buscarán formas de unir fuerzas para combatir el contrabando.

El Estado realiza constantes controles. Muñoz explica que actualmente el país trabaja con gobernadores y gobiernos autónomos descentralizados “para que se sumen dentro del control de los puntos informales de los distintos municipios”.

Para PMI es importante que la lucha también cuente con la cooperación público-privada, el trabajo interinstitucional, la cooperación internacional y la concienciación de la sociedad civil en su conjunto. (I)