Capitales “golondrina” afectan a las economías
Las utilidades generadas por las empresas transnacionales en la región entre 2006 y 2011 han promediado los 92.000 millones de dólares anuales, lo que representa un 92% del valor de las entradas de Inversión Extranjera Directa (IED) del mismo período.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la IED todavía puede considerarse un instrumento con potencial para transformar la estructura de la economía hacia sectores y actividades más productivos y sostenibles, pero ya no es posible identificar la inversión extranjera con ingreso neto de capitales que ayude a equilibrar la balanza de pagos.
De acuerdo al organismo de las Naciones Unidas, el alza de las utilidades de transnacionales, tanto en términos absolutos como en porcentajes del Producto Interno Bruto (PIB), aumenta su importancia para la recaudación fiscal de los países.
“Para evitar la erosión de la base fiscal, los países deberán crear mecanismos que impidan la transferencia de las utilidades generadas en sus economías a otras jurisdicciones con tasas impositivas menores”, recomienda la Cepal en su último informe sobre la inversión extranjera en la región.
Problemas de la globalización
Según un reporte del portal de noticias colombiano Gerencie.com, los capitales “golondrina” son un problema y un mal que se ha acentuado con la globalización y que tienen un gran efecto negativo en la economía. El capital “golondrina” hace referencia al capital que llega al país, permanece por un corto tiempo y luego sale de la nación nuevamente.
Esto sucede cuando por ciertas coyunturas y circunstancias el país ofrece incentivos y buena rentabilidad a los capitales extranjeros, por tanto esos recursos llegan para aprovechar dicha oportunidad y una vez obtenida, “vuelan” a buscar otro mercado que les brinde una oportunidad mejor.
“Estos capitales pasajeros, y especulativos adicionalmente, no llegan sino para aprovechar la oportunidad del momento y luego son retirados sin dejar nada positivo en el país -nada que sea oportunista deja algo positivo en ninguna parte-, y por el contrario se van dejando serios inconvenientes”, destaca Gerencie.com.
Respecto a este tipo de inversiones, el presidente de la República, Rafael Correa, días atrás dijo que desde que empezó la “novelería de que Ecuador es un buen país para invertir, todos los capitales ‘golondrina’ vienen al Ecuador para especular”. Afirma que América Latina y en especial el Ecuador requieren de inversionistas que creen una empresa y que no se la lleven al terminar su labor en el país.
Luis Rosero, analista económico, indicó que el informe de la Cepal muestra que, en el largo plazo, esta inversión tiende, en general, a sacar más recursos de los que ingresó en un país.
Las cifras muestran que en el período 2006-2011 las empresas con su inversión extrajeron de los países de América Latina el 92% de las entradas de IED, esto es en el corto plazo. Explica que a largo plazo resulta que se transfieren más utilidades que el ingreso de IED, que finalmente termina afectando el equilibrio de la balanza de pagos.
Rosero menciona que no solo importa que ingrese IED sino también su destino, ya que si es para sectores de bienes de consumo o de bienes primarios, es poco lo que aporta este tipo de inversión en un país.
Por ello, se requiere establecer una política de inversiones para que la IED por lo menos transfiera parte de su tecnología y capacitación, para que el país pueda beneficiarse.
Según el informe de Cepal, en todos los países, como tendencia general,aumentan anualmente las utilidades de las empresas extranjeras y que son trasladadas a sus matrices.
En cambio en Ecuador tienden a disminuir, principalmente por la renegociación de los contratos petroleros -de participación a los de prestación de servicio- con lo cual se alteró radicalmente la distribución de los beneficios.
Así, antes de la renegociación las empresas petroleras se llevaban el 80% y dejaban el 20% de beneficios. Ahora ocurre que el país se queda con el 80% y dichas empresas con el 20%.
Para Roberto Villacreses, investigador asociado al Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), las transnacionales benefician a nuestras economías y lo que hagan con sus ganancias, re-invertirlas o sacarlas es una opción que no puede ser reprochada.
LA INVERSIÓN FORÁNEA NO ES UN INDICADOR DE CRECIMIENTO
La Inversión Extranjera Directa (IED) no necesariamente sirve para entender el crecimiento de un país, explicó Roberto Villacreses, investigador asociado al Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP).
“Si no, miremos a Ecuador que ha tenido muy baja IED y en los últimos años ha tenido crecimiento económico. La IED sirve para establecer qué países son mejores para invertir, es decir, qué naciones brindan las mejores condiciones y oportunidades para hacer negocios”, señaló Villacreses.