La hacienda La Indiana, una propiedad de 1.400 hectáreas (ha) ubicada en el cantón Naranjal, provincia del Guayas e incautada a la familia Isaías, se convirtió, el pasado miércoles, en el punto de arranque del Proyecto Nacional de Agroenergía.

Se trata de un plan que lleva adelante el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) y que prevé, a través de la siembra de semillas de caña de azúcar, obtener el insumo necesario para producir 800 millones de litros de alcohol para elaborar biocombustible hasta 2020.

Plan ecológico

En 300 hectáreas, que hoy pertenecen a cuatro asociaciones de agricultores de la zona, el Magap realizó la primera siembra.

Según Javier Briones, administrador de La Indiana, luego del primer proceso se esperará entre 10 y 12 meses para que las cañas puedan ser trasplantadas y utilizarse en nuevos cultivos.

Saúl Flores, subsecretario de Agricultura, detalló que por cada 100 hectáreas de semillas se obtendrán 800 más.

Esta caña estará lista en el año 2015 para la primera molienda, que es la extracción del jugo necesario para la producción de alcohol a través de su destilación y fermentación.

Cada hectárea de caña rinde entre 5.000 y 6.000 litros de etanol anhidro, que es el líquido de combustión del que se compone un 5% la gasolina Ecopaís, introducida al mercado ecuatoriano en 2010 como una alternativa para reducir las emisiones de dióxido de carbono (Co2).

Según datos del programa, hasta julio de este año se despacharon 136 millones de litros de gasolina Ecopaís en 39 gasolineras de Guayaquil, pero con este proyecto se espera ampliar la disponibilidad del biocombustible a todas las gasolineras del país. También se incrementará su componente de etanol del 5 al 15%.

Por otro lado, el componente social del plan reside en el apoyo económico a los agricultores, con la cobertura del 39% de los gastos del cultivo, así como la garantía de su comercialización. Solo la producción de una hectárea de semilla de caña tiene un costo de 4.000 dólares.

Hasta diciembre de este año se espera extender el sembrío a 1.200 hectáreas de caña en los cantones La Troncal, El Triunfo, Milagro, Yaguachi, Simón Bolívar y Naranjito. Actualmente existen 390 hectáreas listas para la siembra en los cantones Naranjal y Yaguachi.

En 2014 se realizarán estudios técnicos de terrenos potenciales para la siembra de este producto en varias zonas de la península de Santa Elena y Los Ríos.

La ventaja del biocombustible

El uso de la gasolina Ecopaís ha ahorrado al país, en sus tres años de existencia, 14 millones de dólares.
Este combustible tiene mayor octanaje, entre 85 y 88 octanos, y es bajo en azufre, lo que significa menos contaminación. No obstante, sobre su utilización hay diversas posturas.

Augusto Tandazo, experto petrolero, mostró un poco de resistencia a este proyecto, pues considera que los biocombustibles no son la solución en materia medioambiental.

Según él, otras actividades humanas contribuyen al deterioro del planeta, como por ejemplo la tala de árboles. “Cuando se derrumba un árbol se está privando de oxígeno a 600 personas”, detalló.

Sin embargo, los usuarios de Ecopaís se muestran a favor de la iniciativa.

Óscar Bolaños, propietario de un taller mecánico, aseguró que esta gasolina rinde más, conserva mejor las bujías y los inyectores de los vehículos.

“Con 10 dólares de Ecopaís puedo salir a pasear por los alrededores de Guayaquil y regresar”, aseguró.

Otras formas de obtener energía

De la caña de azúcar casi nada se desaprovecha, pues además de la producción de alcohol a través de su jugo, se obtiene energía con su bagazo.

Este material, que es el sobrante del proceso de molienda, produce en electricidad aproximadamente 52 kilovatios por hora (kw/h). En este proceso se usan calderos y convertidores que generan energía limpia. Este proceso se usa en ingenios, como la azucarera Valdez en Milagro, para ahorrar electricidad y reemplazar el uso de búnker en la producción del azúcar.

En el Proyecto de Agroenergía del Magap se prevé también implementar los cultivos de palma, que tiene propiedades similares.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la generación de bioenergía en el mundo diversifica la producción agrícola, estimula el desarrollo económico rural y contribuye a reducir la pobreza.