Tres factores incidieron en la reducción del 5,3% en las capturas de atún de Ecuador en 2018 frente a 2017.

Datos de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) indican que el año pasado Ecuador pescó 271.331 toneladas del recurso en el Océano Pacífico Oriental (OPO). La cifra significa  15.052 toneladas menos respecto al 2017, cuando las capturas ascendieron a 286.383 toneladas.

Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), explicó que la primera causa responde a las nuevas medidas de conservación y ordenamiento del recurso acordadas por los países miembros de la CIAT.

Actualmente, según información de la Subsecretaría de Pesca, los buques de cerco con registro ecuatoriano deben acogerse a 72 días de veda al año, diez días más que en 2017.

Los dos periodos dispuestos son entre el 29 de julio y el 8 de octubre y del 9 de noviembre al 19 de enero.

Los 115 barcos atuneros pueden escoger cualquiera de esas fechas.

Como segunda causa, mencionó Leone, es la condición cambiante del clima. A nivel general en el OPO, que es regulado por la Comisión del Atún, también registró una caída en sus capturas con 588.349 toneladas o 3,20% menos que en 2017.

El tercer motivo son los problemas de competitividad, que “hacen que la operación sea más complicada”, señaló Leone.

Este elemento incluye los altos costos de producción del país, la tramitología, entre otros aspectos que afectan el normal desarrollo del sector atunero nacional.

El dirigente puso como ejemplo el plan de reducción de funcionarios en el sector público por parte del Gobierno. Apoya la medida, sin embargo considera que los recortes deben realizarse de una manera idónea para que no afecten la actividad productiva del país.

“Hay problemas en el despacho de la documentación que afecta a las empresas”, agregó el titular de la CNP.

“Todo este conjunto de cosas trajo como resultado la disminución de las capturas”, enfatizó Leone.

La pesca del barrilete bajó
Las cifras de la CIAT indican que las capturas de atún barrilete bajaron 6%. Las de aleta amarilla y patudo también registraron leves decrecimientos (ver infografía).

La pesca atunera ecuatorianas estuvo conformada por 66% de barrilete; 20% de aleta amarilla; 13,5%, patudo; y 0,5% de otras especies (bonitos, barrilete negro, entre otros).

A nivel regional, las capturas del atún aleta amarilla registraron un aumento del 11,8% en comparación con el 2017, mientras que las de barrilete y patudo fueron de 10% y 9% respectivamente.

Leone añadió que este año arrancaron con bajas capturas de atún, por lo que esperan que cambie en el transcurso de los meses.

“Es posible que se repita lo del 2018, por lo que es preocupante ya que los barcos tienen que cubrir con sus puntos de equilibrio para mantener la operación. Si no mejoran, se afectaría esto y toda la industria que tiene una capacidad instalada para procesar 500.000 toneladas”, indicó.

En 2018, las exportaciones del sector pesquero ecuatoriano en su conjunto representaron cerca de $ 1.620 millones, de los cuales alrededor del 85% fue atún.

Procedimiento durante la veda
El Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca señaló que la veda permite adoptar medidas de administración y manejo de prácticas responsables a la pesquería del atún en Ecuador.

Durante ese periodo, los inspectores de pesca vigilan el cumplimiento del reglamento con certificados de monitoreo, control y desembarque.

Además se observa que todos los buques atuneros de las clases 4, 5 y 6 y que operen bajo pabellón de Ecuador, estén acoderados en puerto.

Durante la aplicación de la veda se prohíben las descargas y trasbordos de atún o productos derivados identificados como provenientes de actividades de pesca que contravengan las normas. (I)