Doscientos cincuenta pequeños agricultores del cantón Naranjal, provincia del Guayas, beneficiarios del Plan Tierras del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), trabajan de manera conjunta hace dos años en la hacienda La Indiana, pero, aseguran, requieren de un nuevo impulso para producir y comercializar sus productos.

Ellos accedieron a un préstamo del Banco Nacional de Fomento (BNF) para adquirir dicho predio de 1.400 hectáreas en la parroquia San Carlos.

En seiscientas hectáreas de la hacienda se siembra caña de azúcar como parte del programa de biocombustibles del Magap y su rendimiento económico ayudará a pagar la deuda, que mantiene con el BNF, que asciende a más de 2 millones de dólares. El problema se da por la falta de recursos económicos para abrir un mercado con otros cultivos.

Jorge Maldonado, presidente de la Cooperativa Agrícola La Indiana, siembra en una hectárea de tierra maracuyá, verde, yuca, sandía y fréjol, pero lamenta que la falta de dinero le impide vender directamente. Dice que le gustaría adquirir un camión para trasladarse con sus productos hacia otras provincias.

La gerenta de la cooperativa, Blanca Chilpe, indica que en el caso de la maracuyá, los intermediarios pagan alrededor de 17 dólares por un saco de la fruta, mientras que en el mercado se lo vende en alrededor de 60 dólares.

“Esto apenas alcanza para cubrir los costos de producción”, apunta, pues una hectárea de cultivo requiere al menos de 1.800 dólares para preparar la siembra, mantenerla y fumigarla para evitar que se propaguen las plagas.

Chilpe dice que pese a que la tierra es sumamente fértil, la situación de los pequeños agricultores no es tan satisfactoria.

“Lo que pedimos es que nos otorguen un préstamo con bajos intereses para abrir mercados”, sostiene la dirigente, cuya idea es sacar los productos y venderlos directamente en las ciudades más grandes.

Maldonado expresa que hasta el momento no han podido acceder a un nuevo préstamo del BNF.

La semana pasada, durante un evento de siembra de caña, los campesinos, agrupados en una cooperativa y tres asociaciones, transmitieron esta preocupación al titular del Magap, Javier Ponce.

En esa oportunidad, el funcionario manifestó que ellos son un ejemplo de trabajo organizado y anunció, además, que habrá cambios en el BNF con la finalidad de propiciar el desarrollo rural que requieren.

La entidad financiera pasará por una reestructuración de entre 10 y 12 meses.

En la zona, además, se impulsará la siembra de cacao.