El escándalo desatado por la automotriz alemana Volkswagen, por la manipulación de motores a diésel para falsear los controles de contaminación, y que ya ocasionó la renuncia de su presidente, Martin Winterkorn, no tiene efectos en el mercado ecuatoriano, confirmó ayer el ministro de Industrias, Eduardo Egas.   

“Este tipo de vehículo, de diésel pequeño, no lo tienen aquí, según nos han explicado los representantes de Volkswagen”, señaló el secretario de Estado. De cualquier manera, esta alerta, según Egas, hace que no se “baje la guardia” y que sea importante revisar lo que ocurre no solo en Volkswagen sino también en otras marcas.

Manuel Murtinho, presidente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA), coincidió en que  Ecuador se mantiene al margen de este escándalo, considerando además que aquí no son tan populares los vehículos a diésel. Estos -añadió- son más apreciados en países como Estados Unidos, debido a que, en apariencia, alargan la vida del motor y ahorran combustible.

Por otro lado, en temas técnicos hay otras razones: los vehículos que se importan en Ecuador se rigen a la norma automotriz Euro 2 y no a la Euro 5, a la que pertenecen los motores alterados con el software que simula menos emisiones.

El Euro 5 es parte de un programa de medidas reglamentarias de la Comisión Europea, (Euro 2, 3, 4, 5 y 6), que supone una disminución de la cantidad de CO2  emitido por los vehículos de motor. En el caso de la 5 es de hasta los 60 miligramos por kilómetro (mg/km) en motores de gasolina y 180 mg/km en los de diésel.

En Latinoamérica esta normativa se encuentra vigente en países como Chile, Argentina y Brasil, aunque en la Unión Europea (UE), actualmente, ya se cuenta con la Euro 6.

De acuerdo a la legislación europea, los fabricantes deben demostrar que sus vehículos nuevos vendidos, registrados o puestos en servicio cumplen con las normas de emisiones fijadas en el reglamento, e indicar las cifras correspondientes a las emisiones de CO2 y el consumo de carburante en el momento de la compra del vehículo.

En el caso de los automotores en EE.UU., el organismo rector es la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).

El principal de la cartera de Industrias destacó la importancia que tienen en  casos como estos las normas técnicas y los sistemas de calidad, que buscan garantizar un producto idóneo para el consumidor, y que se ajusta a las características con las que se lo vendió.

Contaminación y seguridad

Para el representante de la AEA, Ecuador no ha tenido un mayor avance en la disminución de la contaminación vehicular, y considera que no se relaciona con un tema económico. “Es un país cuya economía ha mejorado, pero que aun así,  no le permite a todos los ciudadanos tener un auto de última generación”, manifestó.

Según indicó, el país cuenta con un parque automotor de más de 2’200,000 vehículos, pero de estos, 218.000 tendrían más de 35 años. Alrededor de 60.000 tienen entre 25 y 30 años, 160.000 entre 20 y 25 y así la lista continúa.

En general, estima que el 35% de los vehículos que circulan en el país sería altamente contaminantes debido a su antigüedad.

Según el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), en 2013 se importaron 37.654 vehículos nuevos y en 2014, un total de 34.337.

Ahora, en el caso de los vehículos ensamblados en el país, según explicó Marcelo Ruiz, director de la Cámara de la Industria Automotriz (Cinae), estos se rigen por las normas del Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN).

Ante la consulta sobre los autos alemanes y las normas técnicos, este último organismo no quiso referirse al tema.

Según la norma de gestión ambiental para vehículos y los límites permitidos de emisión, publicados en su página web, se establecen rangos para vehículos livianos de dióxido de carbono (CO): de 2,10 g/km para vehículos medianos, y de 6,2 g/km  para pesados de entre 14,4 y 37,1 g/km. Esto es en cuanto a carros a gasolina.

Según Ruiz, los motores que se importan desde Japón, Corea, China, Tailandia, entre otros países, ya vienen con los criterios preestablecidos en cuanto a emisiones y de acuerdo a las normas correspondientes. “Todos los vehículos que circulan en el país lo hacen bajo estas normas”, apuntó Ruiz.

En el plano fiscal la contaminación vehicular también tiene su peso. El impuesto verde, establecido en 2011 y que grava a los vehículos de acuerdo a su cilindraje y a partir de los 5 años, generó  $ 114.751.487.

Desde el punto de vista de seguridad, en 2014 el INEN puso en vigencia requisitos más rigurosos para los carros importados y ensamblados localmente, entre ellos se cuentan doble bolsa de aire, luces de encendido automático para uso diurno, apoyacabezas en todos los asientos, anclajes de cinturones de seguridad con sistema Isofix, frenos ABS, sistemas de suspensión en todos sus ejes o ruedas.

El plazo para el cumplimiento de las normas de seguridad se cumple en octubre del próximo año, según el Ministerio de Industrias. (I).