Accionistas de ExxonMobil y Chevron rechazaron propuestas para luchar contra el cambio climático
Solamente 38,2% de los accionistas de Exxon aprobaron durante su asamblea general anual en Dallas (Texas, centro-sur de EEUU) una resolución que pedía al gigante texano que evaluara el impacto financiero de las políticas públicas ambientales sobre su actividad tras el acuerdo de París sobre el clima.
En Chevron un 41% de los accionistas reunidos en San Ramon (California) apoyó la moción. En ambos casos es un enorme avance respecto a años precedentes, en los que tales propuestas fueron rechazadas por márgenes mucho más amplios.
Otra moción que pretendía obligar a ambas petroleras a adherir a la política que busca limitar el calentamiento global a 2°C respecto al período preindustrial, sólo recibió 18,5% de los votos de los accionistas de Exxon y 8% en Chevron.
También se rechazó masivamente una propuesta sobre la designación de un experto en clima en los consejos de administración de ambas empresas: recibió 21% de los sufragios en Exxon y 19% en Chevron.
Exxon y Chevron habían recomendado a sus accionistas que se opusieran esas resoluciones presentadas por fondos de pensiones públicos estadounidenses y británicos y apoyadas por importantes accionistas, como el fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo, los bancos europeos BNP Paribas, Natixis y HSBC e incluso las aseguradoras Axa y Aegon.
Finalmente, fueron los fondos estadounidenses BlackRock y State Street, principales accionistas, los que terminaron haciendo la diferencia.
ExxonMobil y Chevron siguen siendo los dos mayores productores de crudo del mundo en resistir las presiones de los defensores del medio ambiente, ya que sus principales rivales europeos BP, Royal Dutch Shell y Statoil aprobaron medidas contra el cambio climático.
El petróleo es menos lucrativo
"Siguiendo el acuerdo de París, el tiempo de difundir los riesgos para el clima llegaron definitivamente y el llamado de los inversores en ese sentido es claro. No cederemos", opina Edward Mason, responsable de inversiones en la Iglesia de Inglaterra.
"Exxon tiene el deber de explicar a sus accionistas cómo adaptarán su actividad para responder a los esfuerzos globales para reducir el consumo de energías fósiles", afirma Pete Grannis, adjunto al controlador financiero del estado de Nueva York, uno de los iniciadores de las propuestas.
Los defensores del medio ambiente sugieren a ExxonMobil y a Chevron que reduzcan sus inversiones en la explotación de nuevos pozos petroleros porque, alegan, las nuevas políticas ambientales convertirán a esa actividad en menos lucrativa.
Ambas compañías se defienden explicando que la demanda de energía aumentará y que, por tanto, habrá que satisfacer a todos y, sobre todo, ofrecer energía a un costo abordable para todos.
Activistas ecologistas lograron, sin embargo, transformar ambas asambleas generales en foros para sensibilizar sobre los riesgos que plantean las energías fósiles.
"Se han perdido décadas a causa de la campaña deliberada de desinformación de nuestra empresa", criticó Patricia Daly, una religiosa estadounidense cuya congregación, con sede en Nueva Jersey (este), es accionista de ExxonMobil. Actuar contra el cambio climático es "una responsabilidad moral. Exxon debe tomar parte", dijo durante la asamblea general, lo que logró arrancarle un reconocimiento inédito del presidente, Rex Tillerson.
"Reconocemos que los riesgos son serios y que exigen medidas reflexivas", admitió el dirigente. "No ignoramos los riesgos. La diferencia es solo sobre la manera en que abordamos el problema", observó. (I)