El director del Sercop evidenció la estrategia de ciertas farmacéuticas
"A pesar de presiones corporativas y mediáticas, la subasta sigue adelante"
A propósito de los cuestionamientos efectuados por actores públicos, como la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos (ALFE), al actual proceso de subasta inversa de medicamentos, el director general de Sercop, Santiago Vásquez (foto), indicó que el carácter competitivo y transparente del procedimiento de compras públicas ha afectado a determinados agentes económicos acostumbrados a altos niveles de rentabilidad.
“Desde hace un año existe un lobby corporativo efectuado por ciertas empresas que están utilizando todos los recursos posibles -entre ellos a determinados medios de comunicación, periodistas y organizaciones no gubernamentales- para desplegar y mantener una estrategia cuyo propósito ha sido obvio desde un principio.
Se trata de hacer que la subasta no funcione, se caiga y se declare desierta para que no ahorremos $ 285 millones que podrían ser utilizados para construir escuelas del milenio (...) A esas empresas les interesa mantener su rentabilidad”, dijo Vásquez.
Para ilustrar lo anterior, el Director General del Sercop recordó que, durante el proceso de subasta de medicamentos que se convocó y efectuó en 2011, las empresas farmacéuticas no expresaron mayores quejas ni reparos cuando pretendían cobrar $90 millones en exceso por las medicinas que el sector público requería adquirir.
Desde ese entonces, y dado que el Estado ecuatoriano estableció varios controles y medidas preventivas para evitar que algo similar pudiese suceder, las empresas farmacéuticas han intentado una estrategia para confundir a la población sobre la calidad, efectividad y seguridad de los medicamentos genéricos que serán adquiridos a través de la subasta inversa.
“Intentan hacerle creer a la opinión pública que un medicamento más caro es un medicamento de mejor calidad.
Detrás de esta pretensión se encuentra una estrategia de control de mercado mediante la cual ciertas empresas farmacéuticas buscan rentabilidad a costa de todos los demás ecuatorianos. Eso no lo permitiremos (...) La estrategia aspira a que las instituciones públicas de salud compren medicamentos por fuera de la subasta. ¿Por qué quieren eso? La respuesta es simple: cuando se compra por fuera, aquellas pueden vender los medicamentos un 60%, un 100% y hasta un 200% más caros”, explicó Vásquez. (I)