Álex Colón fue esta semana el protagonista de dos historias  vinculadas directamente al Deportivo Quito, su club. Una deuda de 32 mil dólares  del cuadro “chulla” con Técnico Universitario estuvo a punto, una vez más, de impedirles jugar ayer ante Deportivo Quevedo.

Pero fue precisamente este jugador, aunque parezca una paradoja, el que le permitió a su equipo “recuperar el camino” que había perdido después de la goleada que recibió de Liga de Loja  hace una semana.       

Si hasta ayer algunos hinchas lo calificaban como héroe, en el partido ante el Quevedo terminó de consagrarse. La dirigencia del Deportivo Quito pagó la deuda la noche del pasado jueves y Colón lo  retribuyó con un gol, a los 88 minutos, que aunque no se reflejará mucho en la tabla de posiciones al final de la segunda fecha, sirve como aliciente anímico para la plantilla.

Antes de ese tanto, Federico Nieto, a los 24 minutos, marcó el primer gol del partido; y Walter Zea, a los 64’, el empate transitorio para el cuadro de la provincia de Los Ríos.

Más allá del profesionalismo que han mostrado los jugadores del  Deportivo Quito, lo  cual les  ha permitido ganar partidos sin cobrar sus sueldos, el carácter ha sido una de las improntas en el juego del cuadro capitalino.

Ayer los hinchas que asistieron al estadio Olímpico Atahualpa y el técnico Rubén Darío Insúa lo reconocieron.“Cuando hay problemas es cuando más estamos comprometidos con jugar bien. Esos problemas han forjado el carácter de este grupo”, analizó Insúa.

Pese a aquello, no hay que desestimar el juego del Deportivo Quevedo. Aunque por momentos se replegó en su cancha y le apostó al contragolpe, el cuadro que dirige el estratega paraguayo Raúl Duarte se mostró  dinámico, principalmente en la zona ofensiva. “Pese a la derrota, me voy satisfecho por la entrega del grupo”, dijo al final, como una suerte de consuelo.