Un festival recreativo une a varias generaciones quiteñas
El olor a pino y a césped recién cortado se respiró en los alrededores de la Cruz del Papa, sector de La Carolina. El Sol en lo más alto del firmamento cobijó a jóvenes y niños que acudieron ayer para disfrutar del Primer Festival Deportivo.
Los más entusiastas y atrevidos estudiantes se inscribieron con rapidez para ser parte de los juegos tradicionales y ganar premios.
Camisetas, gorras, banderines y pelotas se repartieron a los mejores concursantes, mientras el “pulso” del reggaetón retumbaba en los sonoros parlantes.
De ese ritmo se contagiaron los presentes, quienes se movían a ese compás al tiempo que hacían fila para reclamar sus obsequios. “Espero que este programa se repita con mayor frecuencia”, dijo Harold Reyes, alumno del colegio David Enrique Proaño.
La idea del evento, patrocinado por el Ministerio del Deporte, fue fomentar la actividad en todas las personas, desde los infantes hasta los adultos. Por eso el ministro José Cevallos no dudó en mover sus caderas para danzar con un grupo de mujeres de la tercera edad.
“La idea es que la gente deje el sedentarismo y haga ejercicio, porque eso es salud”, expresó Cevallos. Por eso en una carpa se informó sobre el peso ideal de cada persona, según su estatura y masa corporal.
A las 10:00 la mayoría de los asistentes olvidó la práctica deportiva para abastecerse de un lunch. Luego, a continuar con la actividad. Los chochos con tostado y las bebidas hidratantes fueron los preferidos