Turno de Phelps y Lochte que empiece el espectáculo
De las 16 pruebas masculinas de natación en los Juegos Olímpicos de Londres, Michael Phelps, Ryan Lochte o ambos van a nadar en todas excepto cuatro: es su espectáculo. Nadie habla de quién va a quedar segundo o tercero o cuarto, el hilo temático de los Juegos realmente son ellos.
Los Juegos Olímpicos tienen un ambiente especial. Las competiciones internacionales de natación duran cuatro o cinco días como mucho, y aquí son ocho días – ocho días teniendo que comer con 10.000 atletas, rodeado de ellos y lidiando con ellos. Hay mucho ruido, y a medida que avanzan los Juegos cada vez más gente termina sus pruebas, porque la mayoría sólo compite en una, y entonces todo se vuelve más caótico, y más ruidoso. Si uno nunca ha estado en unos Juegos Olímpicos, le pueden contar todo lo que quieran antes de llegar, pero es cuestión de cómo reacciona uno personalmente ante eso. Michael Phelps o Ryan Lochte tienen mucha experiencia para entenderlo.
Missy Franklin, una joven estadounidense de 17 años, va a nadar siete pruebas. No se habla de que vaya a ganar siete oros, pero sí que puede potencialmente ganar siete medallas, que sería un aparte interesante. Ser joven implica que a lo mejor no va a pensar en todo, y la inocencia de nunca haber hecho nada igual tal vez la ayude. Pero como es una experiencia tan nueva, es imposible que entienda todas las cosas a las que se va a tener que enfrentar y que pueden ser obstáculos para ella.
Phelps parece tener asegurado convertirse en el atleta con el mayor número de medallas olímpicas en la historia, superando las 18 de la gimnasta soviética Larisa Latynina en los años 50 y 60. Esto es sólo un apartado más que se agregará a la carrera de Michael.
Con dos medallas más lo empata, con tres lo supera. Está hecho. Nada en tres pruebas de relevos: a menos que esos relevos estadounidenses sean descalificados, va a lograr ese record. Y podría de hecho superarlo por cinco medallas en las pruebas individuales, con lo que su cuenta ascendería a 23. Pero ¿quién lleva la cuenta con Michael Phelps?
Este record tiene que ver con el viaje de un deportista, con su carrera, con una longevidad olímpica que le permita ir a muchas ediciones de los Juegos. Pero, por ejemplo, si uno juega al baloncesto y va a cinco Juegos Olímpicos, lo máximo que puede lograr son cinco medallas de oro: algunos deportes tienen esas limitaciones. ¿Les quita esto mérito a Latynina y Phelps? En absoluto.
La grandeza en la natación siempre se ha medido en records del mundo. Ahora tienen que encontrar otro barómetro, porque si es cuestión de batir records mundiales eso no va a suceder, no a menos que vuelvan a aceptar los bañadores de alta tecnología, que no creo que suceda. Por ahora, no se sabe cuál puede ser la nueva medida.
Estoy seguro que en Londres se van a batir un par de records mundiales. Sólo el ambiente es suficientemente intenso para contribuir a que eso suceda. Pero la emoción va a estar en otros aspectos.
La primera carrera directamente entre Phelps y Lochte son los 400 metros estilos individuales, una prueba que probablemente tenga un efecto dominó para lo que pase con esos dos nadadores a lo largo de los Juegos.
Creo que Phelps va a ganar esa carrera. Tengo que guiarme por su experiencia: ha ganado más medallas que nadie, ha nadado más pruebas que nadie, tiene más experiencia a la hora de manejar que el mundo entero tenga los ojos puestos en él. Aunque sea sólo por eso, yo le daría una ligera ventaja.
¡Pero tendría mucho más que decir si no gana! ¡Así no sería solamente cuestión de “otro día en la oficina para Michael Phelps”!