Sofía usa un uniforme de La Marina para entrenar
El polígono del COE permanece vacío, en silencio, hasta que llega la tarde y con ello la presencia de Sofía Padilla, quien arriba rifle en mano.
Antes de dar comienzo a sus prácticas, se toma unos minutos para equiparse y colocar el arma en su lugar. Mientras se pone el traje con algo de dificultad, comenta que ese uniforme ya tiene más de 12 años con ella.
En los Juegos Olímpicos de Londres actuará en la modalidad rifle de aire de 40 tiros a 10 metros y se ganó su boleto por una invitación de wild card otorgada por la Federación Internacional de Tiro Deportivo.
“La estaba esperando con ansias (la invitación) porque había la posibilidad de que no llegara, pero finalmente el presidente de la Federación, Ronald Dunn, me dio la noticia el martes pasado”, cuenta.
Estos serán los primeros Juegos Olímpicos para Sofía, pues detalla que su tope habían sido los J. Panamericanos. Actuó en Río de Janeiro 2007, y en los disputados en Guadalajara, México, alcanzó el quinto puesto.
“Siento una emoción muy grande de representar al país, pero hasta el momento no tengo planificada ninguna participación afuera, me seguiré preparando en el Polígono de Guayaquil”. Sofía, de 22 años, entrena con su papá Joselito Padilla, ex tirador del Guayas. Él fue quien la inclinó hacia este deporte, al que considera ya una pasión, aunque a muchos les resulte “aburrido”.
“Es la primera vez que Ecuador clasifica en rifle a los JJ.OO. Fui elegida por haber alcanzado el mayor puntaje del país en las competiciones para marcas mínimas. En mi categoría era 375 y yo hice 391”.
Por lo general, su padre, también presidente de la Asociación Provincial del Guayas de Tiro Deportivo, es quien la dirige, pero cuando él no puede asistir Sofía tiene los planes de entrenamiento, que luego son chequeados por su progenitor.
La deportista cuenta que ya son 8 los años que lleva en esta disciplina, en la que a pesar de las limitaciones para su preparación ha disfrutado los torneos, viajes y amigos que ha conocido durante su carrera. “Vine a practicar tiro por mi papi que antes lo entrenaba. Él me comenzó a preparar y como era militar en la Marina me consiguió el uniforme. Justo había un chico de baja estatura que se retiró y así lo conseguí”.
Antes compartía el arma con su padre para los torneos hasta que éste se retiró y la Federación del Guayas le facilitó otras. “Ya debería tener un uniforme nuevo”, comenta.
Sofía confiesa que aún no ha tenido ningún acercamiento con el Ministerio del Deporte, pero espera que se la incluya en el programa de apoyo para la preparación de los atletas que van a los Juegos Olímpicos. “Mi papá está averiguando eso para ver si existe la posibilidad de entrar a esa lista”.
Uno de los defectos que reconoce tener es que siempre cuando llega a la final de un torneo los nervios se apoderan de ella y se desconcentra, lo que le ha hecho perder títulos en torneos internacionales.
“He llegado varias veces a las finales, pero no sé si es por mis nervios, quizá me falta más preparación a nivel psicológico, porque justo cuando estoy a punto de ganar una medalla quedo cuarta, quinta o entre las ocho primeras. Considero que con más preparación puedo alcanzar una presea”.
Admite que su inseguridad viene de imaginarse que sus rivales tienen más roce internacional, sin embargo, siente que ha madurado. “Para cualquier deportista ganar una medalla olímpica es lo máximo, pero quiero prepararme bastante para quedar en un excelente puesto y poder pedir apoyo”. El último campeonato en el que actuó fue en el Centroamericano de Guatemala (marzo pasado) y quedó décima.
Una de sus mayores emociones, relata, fue cuando actuó en México, en donde vivió una “alegría indescriptible” al ver a su papá muy emocionado por situarse entre los mejores 8 del continente.
“Fue la primera vez que vi llorar a mi papi, estaba muy difícil la ronda. Yo disparo en 4 series y ya en la primera estaba ubicada entre las 20. En el último tiro no sabía cómo disparar, temblaba mucho... Es tan emocionante compartir una pasión con la familia, mi hermana también practica pistola, pero recién está empezando, tiene 16 años”.
Por ahora, Sofía entrena solo durante las tardes, pues de mañana asiste a la Universidad de Guayaquil, en donde cursa la licenciatura de la carrera de Educación Física.
Cuando deja el arma y las prácticas, su distracción es el baile. “Me encanta”, acierta a decir, y añade que prefiere la música latina. Su cuarto está lleno de discos de aeróbicos también. “Ahora estoy viendo esa materia en la universidad y me gusta. En un futuro me veo como entrenadora y quiero especializarme en dirigencia deportiva”. (APS)