El 29 de diciembre sufrió un accidente mientras esquiaba en francia
Schumacher cumplió ayer dos meses en coma inducido
El expiloto alemán de Fórmula Uno, Michael Schumacher, cumplió ayer dos meses en coma tras el accidente de esquí sufrido en los Alpes, un período en que el entorno del ‘hombre récord’ del automovilismo ha tratado de controlar las informaciones sobre su estado en medio de múltiples especulaciones.
La manager del 7 veces campeón del mundo, Sabine Kehm, la portavoz de la familia en este duro momento, salió esta semana al paso a unas informaciones del semanario alemán Focus, según las cuales los médicos habían interrumpido el proceso para despertarle del coma.
El portal Evening Standard informó hace una semana que los médicos que tratan de reanimar a la leyenda del automovilismo “han abandonado sus intentos de sacarlo del coma artificial después de algunos contratiempos”.
“Los esfuerzos médicos prosiguen invariables y no habrá nuevos partes mientras no haya cambios relevantes”, afirmó Kehm, en lo que fue el enésimo desmentido por parte del entorno del piloto sobre noticias difundidas por los medios, tanto esperanzadoras como negativas -incluida la muerte del paciente-.
Schumacher sigue en la clínica universitaria de Grenoble, a la que fue transportado en helicóptero, el 29 de diciembre, tras sufrir el accidente en la estación de Méribel cuando descendía por una zona de nieve virgen a 4 metros de distancia de una pista marcada.
El goteo de noticias ha disminuido en estas 8 semanas y por lo menos la esposa del expiloto -Corinna-, sus hijos -Gina Maria y Mick, de 16 y 14 años-, su hermano -Ralf- y el resto de familiares, no sufren el acoso mediático de los primeros días cada vez que acceden al hospital.
La familia ha difundido periódicamente mensajes agradeciendo las muestras de apoyo llegadas de todo el mundo, pero a la vez han pedido respeto a su esfera privada, con apenas alguna que otra declaración de Corinna expresando su amor por su esposo.
Schumacher cumplió 45 años el pasado 3 de enero, con las inmediaciones de la clínica universitaria convertidas en un paisaje de equipos móviles de televisión, dispuestos a captar los mensajes de apoyo llevados personalmente por centenares de seguidores del expiloto, en sus camisetas de Ferrari.
No ha habido noticias acerca de nuevas intervenciones, tras las realizadas en los días posteriores al accidente para tratarle las lesiones craneales que sufrió al caer y golpearse violentamente contra algunas rocas.
El mundo de la Fórmula Uno -desde su compatriota y sucesor, Sebastian Vettel, al español Fernando Alonso- se volcó y ha seguido volcándose desde entonces en las muestras de apoyo, lo mismo que el estamento político alemán, desde la canciller Angela Merkel al presidente del país, Joachim Gauck.
El piloto brasileño Felipe Massa dijo semanas atrás que Schumacher “mostró algunas reacciones”. Massa visitó a su excompañero en Ferrari y el diario Bild comentó los detalles del encuentro. “Duerme, tiene un aspecto normal y mostró algunas reacciones con la boca”, contó el piloto, que ahora milita en las filas de Williams-Mercedes.
La clínica universitaria de Grenoble ha logrado, entre tanto, controlar la situación y mantener a raya el gran despliegue mediático.
La fiscalía francesa, por su parte, archivó unas semanas atrás la investigación sobre el accidente al no detectar ninguna infracción. Se cerró así otra vía de especulaciones acerca del presunto proceder temerario de este apasionado por la velocidad que siempre fue Schumacher, fuera al volante de un bólido de Fórmula Uno, de una motocicleta o esquiando. No hubo infracción, ni por parte del accidentado ni de la estación de esquí, ya que la señalización de las pistas era correcta, concluyó la Fiscalía, tras examinar las imágenes grabadas por la cámara incorporada al casco del expiloto, que se rompió por el fuerte impacto.
Datos
Bernie Ecclestone, jefe de la Fórmula Uno, declaró esta semana que tiene miedo a las malas noticias. Por eso no pregunta a los amigos o a la familia de Michael Schumacher cómo está él realmente.
Ecclestone y el expiloto alemán se conocen desde hace más de 20 años. Schumacher era uno de los pocos elegidos con permiso para jugar a backgammon en el lujoso camión de Bernie.
Había trascendido que los médicos, hace aproximadamente tres semanas, estaban reduciendo las dosis de anestesia con la esperanza de despertarlo lentamente del coma inducido.