Respeto y hermetismo son las características del técnico “llanero”
Respeto es la palabra preferida y frecuente que emplea el entrenador venezolano César Farías en cada discurso que da para hablar de su selección. Así lo ha hecho desde diciembre de 2007, cuando asumió la dirección del combinado “llanero”.
A sus 38 años, Farías no tolera que se refieran a su plantel como la “cenicienta” de Sudamérica. Mucho menos que los rivales próximos a enfrentar presupuesten puntos con anterioridad al cotejo. “Nosotros no ganamos partidos antes de jugar, tampoco podemos perderlos. No pedimos que nos regalen nada, solo respétennos por el trabajo planificado que se está haciendo”, adujo Farías durante la participación de Venezuela en Copa América Argentina 2011, donde fueron cuartos.
Esa inédita posición en el torneo sudamericano elevó la expectativa de los aficionados venezolanos, pese a que no tienen al balompié como el deporte rey. Sin embargo, la empresa privada ha visto ese creciente interés de los ciudadanos hacia el fútbol y sobre todo hacia la selección.
Por eso el respaldo de auspiciantes a la Federación Venezolana de fútbol (FVF) aumentó para el proceso eliminatorio “Brasil 2014”, que inicia oficialmente el viernes a las 16:05 en el estadio Atahualpa. Ahora tienen a Pepsi, Maltín (empresa cervecera), Movilnet (de telecomunicaciones).
Incluso la prensa estará en mayor número en la cobertura de este encuentro. Alrededor de 20 medios de comunicación venezolanos están acreditados. Antes lo máximo alcanzaba la decena.
El discurso de Farías también hace mención a la parte nacionalista “No somos grandes, pero somos un equipo de batalla, de lucha, entrega y respeto. Venezuela tiene categoría sudamericana, pero con el propio sello venezolano. No aceptaremos un irrespeto más y lo vamos a pelear a sangre y fuego”.
Por esas declaraciones incluso ha recibido el epíteto del Mourinho sudamericano, que desagrada por completo al entrenador, que a los 20 años asumió la dirección técnica del cuadro de Nueva Cádiz de la segunda categoría y lo llevó al título.
El proceso de la “vinotinto” para este pre-mundial inició 2 años atrás, cuando quedaron eliminados de la posibilidad de ir a Sudáfrica 2010. Ahí se esbozó una planificación cuya meta es la clasificación por primera vez a un Mundial de fútbol.
Venezuela es la única selección sudamericana que no ha participado en la máxima cita del balompié y esa historia la desean modificar. Para eso el estratega, que recibió varias críticas por la “débil” nómina que llamó para el partido ante Ecuador, convenció a los comunicadores que sus escogidos fueron los idóneos para aprovechar la adaptación a la altura que se hizo en las ciudades venezolanas de Mucuchíes y Paraderos, para restar la ventaja del local.
“Él dio razones para llamar a esos jugadores y realmente tuvo razón”, señaló Daniel Prat, comunicador del Diario El Nacional de Caracas.
A la par de su exigencia está el hermetismo con el que se maneja previo a cada encuentro oficial. No tiene problemas en cerrar las puertas del escenario donde trabaja para evitar el contacto con la prensa.
Lo hizo en su país y ahora lo hace en Quito, para mantener la concentración absoluta de su plantel. Por eso escogió las instalaciones de Liga en Pomasqui, para su labor previo al encuentro eliminatorio del viernes ante Ecuador. Ahí es imposible ingresar sin autorización y ayer coordinó con la gente “alba” para no chocar en los horarios de entrenamiento, ya que los dueños de casa sí brindaron apertura a los comunicadores.
La “vinotinto” trabajó desde las 07:00 y luego se dedicaron a descansar. A las 11:00, mientras reposaban en las habitaciones, molestó al técnico Farías el ruido que hicieron los periodistas en la cobertura del entrenamiento de LDU y por eso canceló el diálogo con la prensa que inicialmente fijó para hoy.
Hasta el medio día Venezuela reposará en el extremo norte de Quito. En la tarde se alojará en el hotel Swissotel, centro de la capital, donde permanecerá hasta después del partido.
Los venezolanos residentes en Ecuador, como Alexis Orellana, funcionario de la petrolera “llanera”, son los guías de la selección. Orellana está pendiente de todo tipo de requerimiento de sus compatriotas. Ayer estuvo en Pomasqui y mencionó que es el DT quien decide todo lo relacionado a la selección y traspasa el aspecto táctico.
“César es quien ordena qué día hablarán. Por lo pronto los jugadores están adaptando el funcionamiento de sus pulmones a la altura de Quito. Están muy bien y esperando un buen resultado”, mencionó Orellana.