Real Madrid asume triunfo como una hazaña
El Real Madrid asestó ayer el que parece el golpe definitivo a la Liga tras imponerse en el Camp Nou (1-2) ante un desconocido Barcelona, que sucumbió al poder ofensivo de los de José Mourinho, quien con muy poco tuvieron suficiente para ganar el partido y, casi seguro, el título.
La tímida reacción del Barça, que equilibró en el segundo tiempo el tanto de Khedira por medio de Alexis Sánchez, apenas duró tres minutos, lo que tardó en conectar el alemán Mesut Özil con el portugués Cristiano Ronaldo, letal en la definición ante la salida de Víctor Valdés.
Con siete puntos de ventaja con doce por jugar, el Real Madrid lo tiene todo a su favor para convertirse en campeón. Además, su entrenador, José Mourinho, consiguió su primera victoria en diez partidos en el Camp Nou.
A pesar del intervencionismo de Guardiola desde la alineación, con la entrada de Cristian Tello y también con la segunda ausencia consecutiva de Gerard Piqué en un partido de la máxima exigencia, el Barça no se encontró nunca.
Visto después el dibujo táctico del Barcelona, se comprendió todo. Jugaron los “azulgrana” de salida con tres defensas, Busquets se incrustó como central en defensa, pero el resultado no fue el esperado para los pupilos de Guardiola.
El Real Madrid parecía que no iba a especular. Descartada la idea del trivote, Mourinho jugó con los mismos que perdieron en Múnich. No abandonó la idea de continuar con Coentrao como lateral izquierdo. Las piezas ya estaban puestas sobre el tablero: control contra pegada y esta vez ganó la pegada.
Con Cristiano y Benzema como puntas de lanza, el riesgo del Barça en defensa, con continuas jugadas uno contra uno de Carles Puyol y Javier Mascherano, era evidente. A Guardiola le gusta innovar, también acelerar las pulsaciones de la grada. Lo consiguió.
Los delanteros probaron a Valdés e Iker Casillas en los primeros minutos. Cristiano en un remate de cabeza desviado por el meta “blaugrana”, Alves en una jugada en la que el portero madridista salvó una salida comprometida.
La idea del Barça era abrir el campo con Tello y Alves pegados a la línea de cal. El joven Tello, la primera vez que se midió a Arbeloa, salió victorioso, pero fue un espejismo. Las cartas del Real Madrid estaban claras y, además, como ocurrió con el Chelsea hace unos días, no tuvo que crear demasiado para marcar.
Una salida dubitativa de Valdés tras un saque de esquina, otra duda de Puyol y Khedira fue el más listo de todos para marcar (0-1, a los 17 minutos). Con poco, el Madrid se adelantó, le pareció suficiente, porque a partir de entonces dio un par de pasos hacia atrás, le cedió el espacio al Barça y jugó a esperar.
A partir de entonces, monólogo de los de Guardiola, pero estéril. El fiel del juego “culé” no era ni Xavi ni Iniesta, sino Thiago y el canterano no estaba especialmente lucido.
Messi, entre líneas, estaba desconectado del juego y en su única intervención el Barça estuvo a punto de marcar. El argentino le regaló un pase a Xavi dentro del área, pero el balón salió fuera por muy poco.
Desde entonces (27’) hasta el final del primer tiempo, los barcelonistas se adueñaron del juego frente a un rival que pareció menor, que se parapetó atrás y nunca quiso jugar el balón hacia el ataque.
Apenas hubo ocasiones para el Barça, que estuvo desconocido, errático y sin llegada. Un Barcelona irreconocible, que en el primer tiempo no llegó ni a rematar a puerta.
Nada cambió en el guión del partido en el segundo tiempo. Siguió el Barça dominador, reculó aún más el Madrid, cada vez más cómodo ante la falta de recursos de los de Guardiola, quienes dominaron y dominaron, pero sin profundidad.
En los primeros diez minutos, solo un desmarque de Tello y un pase de Thiago rompieron la defensa madridista. El canterano remató muy alto. Guardiola se decidió por Alexis en sustitución de Xavi (69’) y el cambio fue mejor de lo esperado para los “blaugrana”.
En la primera intervención del delantero chileno, los locales empataron. Una jugada iniciada por Messi, continuada por Iniesta y por un remate de Tello, un par de rechaces y Alexis igualó.
Pero tres minutos después, una genialidad de Özil la concretó Cristiano Ronaldo, que batió a Víctor Valdés. Un mazazo para los locales, que en tres minutos comprobaron el poder de los blancos, quienes a diecisiete minutos del final ya tenían la Liga prácticamente en el bolsillo.
El Madrid salió triunfador del Camp Nou, donde no ganaba desde la temporada 2007-08, y conseguirá arrebatar por primera vez una Liga al Barcelona de Guardiola. A los “azulgrana” les queda luchar por la Copa y, dentro de tres días, la posibilidad de clasificarse para la final de la Champions, objetivo por el que también lucharán los de Mourinho.