Pese a la operación, Motta es feliz
Un dolor y algunas molestias en su pierna derecha generaron problemas a Rodolfo Motta, técnico campeón con Emelec en 2002, en los últimos tiempos.
Tras varios análisis, le detectaron un tumor que amenazó con extenderse a otros órganos, ante lo cual la única solución era amputarle aquella parte de su cuerpo.
Y así sucedió la semana anterior. Ahora la recuperación está bien encaminada. “Siempre les hice frente a las adversidades. Cuando era futbolista, al tercer partido en la Primera de Nueva Chicago, me quebré una pierna. Tuve otras lesiones, hasta me partieron el maxilar de un codazo cuando jugaba en Morón.
Después como técnico me dieron varios equipos que estaban últimos en la tabla y los fui remontando. Ahora me tocó esto y yo lo que quiero es vivir para seguir compartiendo el cariño de mi familia y amigos”, expresó Motta.
Sonríe, hace bromas, su estado de ánimo es bueno. El técnico no se trauma y prefiere seguir pasándola bien, pese a la adversidad.
Todas esas experiencias que cuenta le hicieron formar su carácter y ahora está tan fuerte que ha podido sobrellevar esta situación.
Eso sí, postrado en la cama, Motta no deja de hablar de fútbol y recordó un momento feliz: cuando logró el ascenso desde la B Nacional con Nueva Chicago, el club de sus amores.
Los hinchas de este equipo acudieron hasta la casa del entrenador para mostrarle su apoyo y admiración, pues lo consideran un ídolo.