Su figura era inconfundible ayer en la cancha principal de la Casa de la Selección, en Monteolivo. El espigado delantero argentino de 1,92 m, Federico Nieto, cumplió su primera práctica en la altura capitalina con el plantel del Deportivo Quito.

Con trotes ligeros recorrió el rectángulo de juego por cerca de una hora. Ese tiempo lo aprovechó también para conocer a sus nuevos compañeros del plantel.

Tras varios días de espera para arreglar asuntos personales, el atacante, que la temporada pasada estuvo en el Atlético Paranaense de Brasil, prometió una gran entrega por los colores azul y rojo.

“Soy un jugador de área que pivotea y trata de estar dentro del área para definir siendo un apoyo para el equipo cuando lo necesita. Mi función es hacer goles y para eso vine”, acotó el atacante de 29 años.

El futbolista reconoció que en un inicio su mayor inconveniente en la institución quiteña será la adaptación a los 2.850 m de altura de la capital ecuatoriana.

Nieto reveló que su motivación fundamental para llegar a Ecuador es la trayectoria del plantel “azulgrana” en el torneo local. “Sé que vengo a un equipo grande, que ha hecho las cosas bien, quiero dar lo mejor de mí y lograr cosas importantes para este club”.

Con la llegada de Nieto, el único jugador que resta por incorporarse al elenco de la “Plaza del Teatro” es Vinicio Angulo, que arribará el domingo.

El primer cotejo amistoso lo cumplirán mañana ante Independiente del Valle en la presentación de los “negriazules” en Sangolquí.