Una vez oficializada la renuncia de Fernando Mantilla a la presidencia de Deportivo Quito, el vicepresidente de la institución, Diego Navarro, solicitó 72 horas para analizar si acepta o no sucederlo en el cargo.

La difícil situación que atraviesa la institución capitalina es la principal razón para que personas afines al club piensen antes de decidir asumir este reto. Así lo considera Santiago Ribadeneira, expresidente del Quito, al tiempo que expresó su preocupación por la crisis que atraviesan.

Para Ribadeneira, en ningún momento estuvo dentro de la planificación de Navarro asumir el manejo del equipo, por lo que considera lógico pensarlo. “Lo que están haciendo es un diagnóstico del problema para ver si lo toman o no, es un problema crítico que ya ha desgastado a dos directivas (la de Iván Vasco y ahora la de Mantilla)”. Navarro es ingeniero de profesión y ejecutivo de Tracto Quito, uno de los patrocinadores del plantel y el que negoció la venida del volante venezolano Luis Manuel Seijas.

Sobre su posible sucesión en el cargo, Navarro no quiso dar mayores detalles. No obstante, el síndico de la institución, José Gallegos, dijo que esperarán el plazo de 72 horas para conocer la decisión del directivo.

Gallegos explicó que si Navarro decide no aceptar la presidencia, le correspondería al vocal principal,Juan Carlos Romero, asumir el cargo. “Conversamos con Diego, pero él nos señaló que quiere 72 horas para tomar una decisión. Si Navarro no quiere ser presidente, el que le sucedería sería el vocal principal, Juan Carlos Romero. Vamos a esperar el tiempo que nos pidió”.

Ante las declaraciones de Mantilla, el técnico del equipo, Rubén Darío Insúa, salió al paso para aclarar dos puntos. Según el ‘poeta ’, el expresidente nunca le había comunicado sobre la salida de 10 jugadores, como lo había señalado en la rueda de prensa que dio el martes. Asimismo, manifestó que jugadores y cuerpo técnico no han cobrado aquel millón de dólares que había gestionado para pagar sueldos atrasa dos.

Otro punto que aclaró Insúa fue el de un supuesto boicot. Al respecto, el estratega argentino expresó su desacuerdo aduciendo que en el partido del domingo, ante Barcelona, el equipo dio mucha ventaja al presentarse a jugar sin haber entrenado y concentrado. Insúa reiteró su compromiso de seguir en el plantel hasta el final de la temporada.