Rafael Nadal clasificó ayer a los octavos de final del Roland Garros tras superar de manera holgada pero sin brillo,  6-1, 6-3 y 6-4, al argentino Eduardo Schwank. El balear, que cumple años hoy, tendrá que medirse ahora con Juan Mónaco.

Schwank quiso sorprender en el inicio a “Rafa” y planteó un partido alejado del intercambio desde el fondo de pista a sabiendas que en ese escenario poco daño podía hacer.

El rosarino propuso puntos cortos, golpes planos y subidas a la cinta cada vez que tenía opción. Schwank, sin embargo, se vio superado desde el juego inicial por un Nadal que demostró estar libre de presión y sacando partido a una derecha que cada vez hace más daño.

A pesar de tomar nuevamente una rápida ventaja en el inicio del segundo acto (3-0), Nadal se mostró incómodo en la pista.

El juego algo alocado de su rival, coloreado con dejadas, globos defensivos y continuas subidas a la red, descolocaron a un español cuyo nivel distó mucho de lo exhibido pero que al final venció y podrá disfrutar de su cumpleaños en París como mandan los cánones.

El próximo escollo de Nadal  será otro argentino, Juan Mónaco, que venció al canadiense Milos Raonic por  6-7(5), 6-3, 6-7(5), 6-3 y 6-4 en un choque disputado en la Pista 2 de Roland Garros.