Los destellos de fútbol que mostró el equipo de Manta ayer en el estadio Atahualpa fueron suficientes para lograr una victoria 2-1 ante Deportivo Quito, que presentó un cuadro alternante, por su participación en Copa Libertadores.

Una llegada inesperada del volante Dixon Arroyo, tras un tiro de esquina, puso la primera para los dueños de casa a los 8 minutos.

Enseguida sometieron a los mantenses con pases rápidos que llegaron con facilidad al arco defendido por Rolando Ramírez, pero ahí carecieron de puntería para definir.

Los ataques fueron constantes frente a un rival que no encontró el horizonte para frenarlos. Pero poco a poco el ímpetu de los actuales monarcas disminuyó. Cayeron en el juego de errores que propuso el equipo visitante y así les cedieron espacio en la mitad de la cancha, donde el mediocampista Cristian Márquez se convirtió en el mejor hombre de Manta y con su empeño condujo al plantel a visitar al golero Adrián Bone. Lo hizo en dos ocasiones y en ambas el balón salió apenas desviado.

Fue el anuncio del objetivo visitante, que se consumó en la etapa de complemento, tras los reclamos que el técnico colombiano Armando Osma hizo a sus pupilos en el camerino. Por eso la actitud cambió y a los 53’, tras un tiro penal ejecutado por  Márquez, llegó el empate.

Eso desconcertó al dueño de casa, que pese a los cambios ejecutados por el DT Carlos Ischia careció de un hombre que ordene y administre el balón. El panorama empeoró con la expulsión del zaguero Luis Romero.

Ni el uruguayo Waldemar Acosta ni el argentino Miguel Escalada pudieron vencer a la sólida defensa contraria. No lograron descifrar la ruta para aumentar el marcador. 

Y fue el conjunto visitante, con la firma de Carlos Garcés, el que en un veloz contragolpe puso la segunda para los mantenses a los 89’,  que dejó totalmente entristecidos a los cerca de 1.500 aficionados presentes en el escenario de El Batán.