Con las manos en los bolsillos de su pantalón y con la mirada dirigida al piso, David Ruano, delantero y goleador de 23 años del Club Pilahuín Tío, de Otavalo, caminaba intranquilo la tarde del miércoles, frente al lugar de concentración del equipo imbabureño.

Horas antes, luego del entrenamiento matutino habitual de cara a su encuentro contra el club Patria, de Guayaquil, Ruano se enteró junto a sus otros 44 compañeros que conforman la nómina de futbolistas, de la sanción impuesta por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), de suspender por lo que resta del año al equipo de segunda categoría.

“Nos ha tomado por sorpresa todo esto. Sinceramente no esperábamos una sanción tan drástica. Todos estamos conmovidos y preocupados porque nos dejan sin trabajo durante los dos últimos meses del año. Ahora no sabemos cómo vamos a afrontar con nuestras familias la época de Navidad y Fin de Año”, comentó el ariete imbabureño.

Por su parte Paúl Cetre, defensa central y capitán del equipo otavaleño, dijo en nombre de todos sus compañeros que la sanción es injusta. Se dirigió en duros términos por esta resolución. “Ni a los delincuentes, asesinos o traficantes se les puede condenar dos veces por la misma causa, sin embargo, con nosotros lo hicieron”.

Cetre comentó, además, que los miembros de la Comisión de Disciplina de la FEF, encabezados por Alex De La Torre, no se ponen a pensar que detrás de cada uno de los jugadores existe una familia. “No sabemos cómo vamos a enfrentar la temporada más difícil del año. Ya se viene la Navidad y las festividades de Fin de Año y nosotros no podremos llevar un pan a la mesa de nuestras familias”.

Esteban Mazabanda, presidente del club, tras recibir la notificación de esta sanción -según él sin precedentes-, dijo que 45 jugadores de fútbol y otras 20 personas que conforman el cuerpo técnico, utileros y dirigentes se quedaron sin trabajo de un momento a otro, situación que los tiene preocupados.

Mazabanda además manifestó que toda la dirigencia y los hinchas del Pilahuín Tío perciben ciertos vicios de racismo en esta inédita sanción. El dirigente dijo que en el fútbol ecuatoriano han ocurrido actos de violencia de mayor magnitud en los escenarios deportivos -incluso con muertos- y hasta el momento ningún equipo ha sido sancionado con tanta dureza como ocurrió con el Pilahuín Tío.

“La decisión de la asociación de árbitros de no pitar los partidos donde juegue Pilahuín Tío es una clara muestra de discriminación. Tanto dirigentes, hinchas y jugadores estamos afectados psicológicamente con la noticia”, comentó.

Además Mazabanda no descartó interponer una apelación a la sanción, pues la considera una aberración jurídica. El dirigente explicó que el club fue sancionado dos veces por la misma falta. En primera instancia se le impuso jugar sin público durante 4 fechas, y la tarde del pasado miércoles la FEF suspendió su participación en el torneo de segunda categoría, a siete fechas del final del calendario.

Mauricio Bolaños, director técnico del Pilahuín Tío, luego de conocer la sanción intentó calmar los ánimos de sus dirigidos. “Los jugadores están consternados porque el equipo tenía grandes posibilidades de ascender a la primera categoría y de ello dependía el futuro profesional de muchos de ellos”.

Al estratega le sorprendió que por los desmanes registrados en el estadio Olímpico Ciudad de Ibarra, el pasado 27 de octubre en el partido entre Pilahuín Tío y Delfín de Manta, que terminó con un empate a 2 tantos, al equipo imbabureño se lo castigue según el reglamento FIFA, a pesar de que en el informe del réferi de ese partido no consta la existencia de una agresión.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Fútbol de Imbabura, Nelson Aguirre, lamentó lo ocurrido con un club de su jurisdicción al tiempo que deslindó cualquier responsabilidad del organismo.