Los juegos pirotécnicos que acompañaron la presentación del nuevo plantel e indumentaria del actual campeón, Deportivo Quito, pusieron la nota colorida en la tarde y noche del último sábado en el Atahualpa.

El evento comenzó con 15 minutos de retraso, lo cual permitió que los seguidores del actual campeón se concentren en mayor número y se acerquen a los 6 mil en el sector de la preferencia que estalló en aplausos cuando apareció el capitán y símbolo, Fernando Saritama, que retribuyó el apoyo con la mano en alto.

Después el grito potente y continuo de “Fidel, Fidel” primó en el escenario para recibir al atacante de Shushufindi (provincia de Sucumbios), quien respondió con palmas el saludo de su afición.

Al mismo tiempo, la barra del adversario intentó aplacar el recibimiento con insultos para cada uno de los futbolistas, pero ellos no se inmutaron ante los epítetos y continuaron con la ceremonia.

Todos lucieron el nuevo calentador con los colores azul y rojo, entre ellos resaltó la chompa blanca que mostró el entrenador Carlos Ischia. Solo un reflector de la preferencia iluminó a los jugadores, pero cuando se completó toda la nómina en cancha, el espectáculo de confeti y luces encendió el cielo quiteño, mientras los acordes del “Dale Quito dale” sonaron al interior.

La preferencia se vistió totalmente de rojo por las luces de bengala que se encendieron para rememorar el espectáculo de la final 2011.

Pero la fiesta se empañó minutos antes, en el ingreso mismo al escenario deportivo, en el sector de la avenida 6 de Diciembre, cuando los miembros de la “Muerte Blanca”, barra de Liga de Quito, propinaron pedradas a policías e hinchas rivales.

Dos gendarmes fueron trasladados al hospital de la Policía para recibir atención médica. Los 120 uniformados asignados en el operativo de seguridad fueron insuficientes para controlar los exteriores. Por eso llegaron integrantes del GOE (Grupo de Operaciones Especiales) y miembros de la caballería.

Solucionado el inconveniente externo, la disputa se trasladó al interior con intercambio de botellas y piedras entre las dos aficiones, apenas separadas por una malla, en donde los policías no lograron tener el control. Ahí también hubo el apoyo del GOE para solventar la diferencia.

En lo deportivo, el cotejo ante LDU por decisión táctica se desarrolló en 3 períodos de 30 minutos cada uno. Terminó con igualdad 1-1 y en el último solo con alternantes.