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La Lodiza, carrera“brutal” que recibe un alud de críticas

La Lodiza, carrera“brutal” que recibe un alud de críticas
18 de abril de 2013 - 00:00

La guayaquileña Cinthya Nivelo, de 25 años, era la mayor de tres hermanas. Vivía en un departamento independiente en la casa de su padre Freddy. El año pasado ya había concluido sus estudios de Comercio Exterior, Puertos y Aduanas en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES); y este año iba a presentar la tesis, para luego junto con su progenitor comenzar a trabajar en una empresa familiar.

“Cinthya era de contextura gruesa y le gustaba mucho verse bien físicamente -como toda adolescente-, por eso hacía bailoterapia y también corría por las mañanas”, asegura su padre, quien agrega que “ella no era una deportista de élite, pero “cuando se veía gordita, hacía dieta; algo normal en las jóvenes de hoy en día”.

Era una joven a la que le gustaban los deportes y dominaba el idioma inglés. Antes de su muerte hacía prácticas en la empresa de su padre y competía en paintball.

El señor Nivelo acostumbraba ir de caminata con su familia a Cerro Blanco (vía a la Costa); ese tipo de actividades comenzó a gustarle a la joven, que desde entonces y por su propia cuenta solía hacer ejercicios para tratar de estar en buen estado físico y de salud.

El padre de Cinthya confesó que a su hija no le interesaba mucho la práctica de estos deportes extremos, pero señaló que acudió a la Lodiza porque la inscribieron sus amigos. “Estuvo por un tiempo con el grupo Iguana (personas dedicadas a la práctica del paintball), pero estas amistades con las que fue a competir no tenían la más remota idea de ir a ganar la carrera, simplemente buscaban participar de una mañana deportiva”.

18-4-13-lodiza1Freddy vio las fotos de las competencias pasadas (2011 y 2012) porque su hija se las mostró cuando faltaban cinco días para la prueba. De inmediato el señor observó unas paredes de dos metros de altura que, a su parecer, le iban a ser difíciles de trepar a ella. “No papá, no puedo saltar ningún trayecto de la prueba, porque si es así, me toca pagar una penitencia (sentarme en el lodo) y obviamente voy perdiendo puntos”, recuerda que le respondió Cinthya.

La mentalidad de la joven no era ir a ganar el War Race, lo que ella simplemente buscaba, como sus demás amistades que la acompañaron en la Lodiza, era acabar la carrera, así fuera en el último lugar.

Los competidores se aventuraron en una pista que tenía 15 obstáculos extremos, pendientes llenas de lodo, cables pelados que daban un toque de electricidad, todo en un recorrido de 10 km. El desafío era grande, tal  como lo dice la frase de la marca en su página oficial: “¡Con War Race tú eres el protagonista, queremos que en los desafíos salga ese guerrero que tienes dentro y encuentre su momento de gloria, aunque se tenga que morir en el intento!”.

El día de la prueba Cinthya acudió a las 08:00 a la pista que estaba ubicada en el km 20 de la vía a Daule. Ella, junto a otras 899 personas, largó en la carrera “más brutal” que se pudo haber realizado. Esta prueba fue promocionada en gimnasios y sitios donde hacen crossfit. “Aquí tendrás que probar tu resistencia cardiovascular, fuerza, flexibilidad y fortaleza mental”, era el mensaje de las volantes del evento.

Nivelo llegó solo hasta la altura del kilómetro 6, se desplomó y fue asistida por una de sus compañeras de equipo. Se levantó para seguir en camino, pero volvió a caerse. En ese momento pidieron ayuda, pero a esa altura del trayecto no se encontraba ningún personal del evento. “Me parece irresponsabilidad de los organizadores no haber tenido el personal necesario en caso de emergencia. No tuvieron personas en cada kilómetro abasteciendo de agua a los competidores”, expresa Freddy, quien aseguró que el médico de la clínica que atendió a su hija  le dijo que si hubiera recibido asistencia inmediata se hubiera salvado.

Y es que no solo son familiares y amigos de Cinthya los que reclaman por la supuesta mala organización en la Lodiza. David Béjar cuenta: “Yo he participado en 5 de las 6 competencias que han hecho entre Lodizas e Ironrunner... Las últimas versiones de ambas han tenido lesionados y ahora una muerte”.

Béjar comenta, además, que a pesar de la buena preparación física y sicológica que tuvo, al igual que  sus amigos que también corrieron, evidenció graves problemas y sufrió por la falta de agua.

18-4-13-lodiza2“Las mujeres, por su contextura, necesitaban más hidratación que los hombres, ya que ellas no aguantan las condiciones extremas en las que se corrió”, añade este competidor, quien asegura que amigos doctores pidieron complejo B y una ampolla para un corredor que había sufrido calambres, pero el paramédico allí presente solo tenía vendas. “¿Así estaban de bien preparados los organizadores para la Lodiza?”, se pregunta el participante guayaquileño, quien al igual que Cinthya no era deportista de alto rendimiento, pero estaba acostumbrado a este tipo de pruebas exigentes.

Otro de los testigos del evento del War Race es Daniel Yerovi. El atleta de Guayas dice que vio gente tirada en la loma y ninguna persona dando ayuda en medio del recorrido. “Yo pude observar cómo un señor se subió a la tarima (en la línea de meta), le bajó el volumen a la música del DJ y protestó porque en la cima del cerro había gente que no era atendida. La animadora ignoró el hecho y siguió con la fiesta”, relata Yerovi, quien dejó un mensaje en el muro de facebook de War Race con un tono amenazador: “¿Quieren que siga contando irregularidades de la prueba, señores?”.

Y es que la muerte de Cinthya ha generado el debate en redes sociales; hay quienes apoyan a las personas que organizan este tipo de eventos y otros (que son mayoría) que piden que cierren su página y toda actividad deportiva para evitar que más vidas se sigan perdiendo.

“¿Cómo tanta gente puede presentarse a correr sin llevar agua?”, expresa en uno de sus mensajes el corredor Eduardo Pérez, quien cree que hay personas que se toman muy a la ligera esto de las carreras con obstáculos. Pérez  añade: “que los organizadores coloquen sitios de agua es un alivio para los que compiten, pero el asunto es responsabilidad individual”.

“La muerte por la deshidratación puede deberse a muchos factores. Al momento que ella (Cinthya) estaba inconsciente, pudo haber tenido hiponatremia aguda (un trastorno hidroelectrolítico), que ni 4 gatorades hubieran servido”, señala Fernando Alcívar, otro corredor de la Lodiza.

18-4-13-lodiza3LAS CARRERAS EXTREMAS NECESITAN DE UNA ORGANIZACIÓN ESPECIAL

Las “carreras extremas”, como la llamada Lodiza, aunque no son consideradas un deporte y no tienen un ente regulador, sí requieren ciertas condiciones físicas del atleta y de la experiencia de sus organizadores.

Todo evento deportivo que se realiza en lugares que no son públicos, no necesita  permisos especiales y queda a criterio de quien lo organiza el tipo de seguridad que brinde a los participantes. Así lo asegura Viviana Nooziglia, coordinadora de DM3, empresa de mercadeo deportivo y organización de competencias atléticas.   

La Sociedad Argentina de Medicina de Montaña en el año 2002 realizó algunas  recomendaciones con respecto a la organización y seguridad en este tipo de eventos.

Sugiere considerar la preparación y control de todos los participantes, tanto los atletas, ‘staff’ y prensa, quienes deben estar debidamente informados y entrenados sobre la complejidad de los  desafíos.

De la misma forma, aconseja que es necesario que la organización exija que los participantes presenten una certificación médica que especifique que se encuentran aptos  para realizar la actividad que se les demandará durante el trayecto.

Por otro lado, aconseja comunicar con tiempo suficiente sobre el diseño del circuito de la carrera, lugares con presencia de hidratantes y asistencia médica, especialmente en los puntos donde se puedan encontrar obstáculos peligrosos.

Por último, recomienda tener un plan de emergencia ante accidentes o problemas de salud y socializarlo antes y durante la carrera.

Con estas recomendaciones coincide el profesor Luis Boza, entrenador de triatlón de la Federación Deportiva del Guayas y juez de competencias largas. Boza afirma que la  organización de cualquier evento deportivo, además de hacer firmar una hoja de responsabilidad, debe solicitar un certificado médico a cada participante; los deportes considerados más fuertes y exigentes son el Iron Man y el Triatlón, donde los participantes deben entregar el documento como requisito.

Asimismo, considera que en competencias en lugares de difícil acceso, la presencia de médicos no es suficiente, se necesita de “rescatistas” especializados, según la geografía del sitio; es decir, personas que tengan conocimiento en medicina y que puedan acceder a un río, lago, escalar una montaña, etc.

Según Nooziglia, el éxito de toda prueba depende de la planificación. En sus carreras, las mismas que se realizan en lugares sin obstáculos, ubican cada 500 metros jueces que comparten cualquier inconveniente con el ‘staff’ de organización, uno de los jueces se moviliza en moto por cada punto para recoger cualquier información.

En cada kilómetro colocan puntos de hidratación donde debe existir suficiente agua y bebidas especiales, considerando la cantidad de personas inscritas en la competencia. Se debe evitar cualquier bebida energizante, la misma que no es recomendable durante el ejercicio.  

Asimismo cuentan con la presencia de una ambulancia, la misma que recorre la ruta de competencia con dos doctores y tres enfermeras. Y al final, en la meta, la ubicación de una carpa de auxilios para atender cualquier novedad de último momento.

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