Empezar la temporada 2014 sin deudas en los 24 clubes de la primera categoría es la propuesta de Iván Hurtado, presidente de la Asociación de Futbolistas Ecuatorianos (AFE), ante la crisis económica que atraviesa el balompié nacional.

Equipos como Deportivo Quito, El Nacional, Barcelona, Liga de Loja, entre otros, adeudan a sus jugadores entre tres y cinco meses de sueldos sin que haya una solución inmediata, reveló el “Bam Bam”, tras la reunión que mantuvo con representantes de los planteles ecuatorianos el pasado lunes en Quito.

“Nuestros futbolistas quieren tener la tranquilidad de que sus haberes serán cancelados por el bien de sus familias”, dijo Hurtado.

Esta será la primera de varias reuniones que tendrá la AFE con los jugadores para encontrar soluciones. “No es nuestro objetivo impedir que comience en enero el campeonato nacional, pero si no hay arreglos, sería una medida a tomar”, adelantó Iván Hurtado.

“Todos los futbolistas estamos unidos. Fue la primera reunión y aún no tomamos una decisión sobre una posible paralización del torneo”, indicó Pedro Larrea, capitán de Liga de Loja tras la reunión.

En su caso personal, no ha planteado demandas contra los dirigentes de la “Garra del Oso”, y espera otro tipo de arreglos para no llegar a esas instancias. El zaguero central de Deportivo Quito, Luis Checa, sí demandó a los “azulgranas” ante la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) para tratar de recuperar su dinero. “No soy el único del equipo que presentó esta queja. Fabián Carini, Robert Flores y Omar Andrade hicieron lo mismo”, reveló Checa.

El presidente de la comisión ejecutiva de Liga de Quito, Esteban Paz, anunció que es insostenible la economía actual de los clubes. “Para el próximo año Liga reduciría casi a la mitad su presupuesto, y para lograrlo se bajarán los sueldos”.

Pero Iván Hurtado no está de acuerdo con los topes salariales. “Los contratos son individuales y hay que respetarlos; es imposible contar con una tabla de salarios”.

Por ello propone que los clubes mantengan en la Ecuafútbol una garantía del presupuesto que manejan para que los futbolistas se aseguren de que sus sueldos serán cancelados.