Gudenus, un jinete que galopa con tenacidad
El I Concurso Hípico Oficial Nacional (CHON) del 2013, que se realizó el pasado fin de semana en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro de Quito, con el aval de la Federación Ecuatoriana de Deportes Ecuestres, dejó sorpresas. Una de ellas, el “destello” del jinete pre infantil , quien compite para el Arrayanes Country Club.
Montando a Eliot ganó la prueba abierta, a 1 metro, en la jornada de apertura y en su segunda participación, con su ejemplar Víctor, logró la primera posición en la prueba preliminar.
Phillip (10 años) es una “promesa” de la equitación nacional, desde que hace cuatro años empezó a practicarla con constancia.
El origen de su corta carrera ocurrió en Guatemala. La familia Gudenus- Cocíos se estableció en ese país por cuatro años. Lo que hasta ese momento era un sueño de niños empezó a “cuajar” en el club hípico La Herradura. Fue ahí donde estableció la diferencia entre subirse a un caballo de hacienda y uno especialista en saltos.
El Arrayanes Country Club lo acogió como uno de sus deportistas y puso a su disposición el caballo Azabache, propiedad del club. Puso además a sus órdenes al entrenador José Gabriel González.
“Le gustó mucho y le cogió afecto a este deporte y a su caballo. Era prestado y no podía disponer de él, lo compartía con otra niña y cuando vimos realmente el interés por este deporte, al igual que su hermana, le dimos el caballo Víctor, un ejemplar español que era de Amelie, al que lo monta desde hace más de dos años y medio”, cuenta su mamá Rosanna Cocíos.
Además de Phillip, sus hermanas Ameli -de 13 años- y Eyline -de 15-, compiten en salto y prueba completa. Las dos han sido campeonas nacionales y provinciales en sus categorías y forman parte de un equipo ecuestre netamente familiar.
Gonzalo Meza es su entrenador. Pero fue José Gabriel González quien sentó las bases. Le enseñó a mantener el equilibrio, a sentarse bien sobre el caballo... A ejecutar un trote levantado, a galopar y a perder el miedo. Pero la tarea más complicada, ahora, es conducir a sus binomios que pesan más de 350 kilos, aproximadamente.
Aunque el deportista y su familia evitaron revelar los precios de los animales, en el mercado los costos fluctúan entre los $ 800 y $ 3.000, dependiendo de las razas.
A pesar de su corta edad, la constancia y la tenacidad lo han proyectado en la especialidad de salto. Los entrenamientos son programados. Los realiza dos horas diarias, de martes a domingos.
Además de Víctor, Phillip ha convertido a Eliot en un ejemplar de sangre muy caliente, con un galope vigoroso. El otro ejemplar tiene un galope distinto: es más alargado, fuerte y pesado.
Pasear con los equinos, verlos pastar, jugar con ellos, cabalgar “a pelo” sin necesidad de la montura, son elementos de incidencia en la afinidad y compenetración entre jinete y caballo. No solo sobre las cabalgaduras, sino en el orden físico, que también es parte de su preparación encaminada a lograr una meta en el futuro: la participación en los Juegos Olímpicos.
Estudios y deporte encajan en el día a día del pequeño deportista. Luego de la jornada estudiantil en el Colegio Alemán, retorna a su hogar y, tras un corto descanso, va a los entrenamientos.
Los torneos de Guatemala, Canadá, Chile y Wellington (Estados Unidos) lo pondrán a prueba este año. Confía en su preparación y en su capacidad. Pero antes, espera tener un buen desempeño en el II CHON que se cumplirá esta semana en el Arrayanes Country Club, su casa.