Los 10 estadios que se construyeron para el Mundial Sudáfrica 2012 son ‘elefantes blancos’, se los denomina así por su poca utilidad y rentabilidad después de realizarse la cita ecuménica en ese país.

La inversión de aproximadamente $ 1.000 millones en los 30 días que duró la fiesta del mundial, en un país en el que el rugby y el cricket tienen más éxito comercial que el fútbol, no fue negocio para las autoridades locales. Estos escenarios deportivos, la mayoría, ahora lucen cerrados o con poca actividad.

De hecho, la poca rentabilidad ha causado críticas ya que Sudáfrica es un país con muchas necesidades, a pesar de que hay modernos estadios.

Este era uno de los temas que preocupaba al Senado brasileño, de cara al Mundial del próximo año. Pero la duda quedó despejada por el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, quien señaló que los 12 estadios seguirán funcionando, ya sea como escenarios deportivos o en otra actividad. Incluso, uno de estos se convertiría en una cárcel.

En las ciudades de Brasilia, Natal, Cuiabá y Manaos no funcionan clubes de fútbol ni en la segunda división, por lo que el Gobierno de Brasil ya tiene previsto en qué utilizarlos después de la cita mundialista.

El estadio Arena de las Dunas, ubicado en Natal, será convertido en un centro comercial, con edificios, hoteles de estándares internacionales , un teatro infantil, un bosque, un lago artificial, además de la reconstrucción de los centros administrativos del Gobierno y de las oficinas municipales.

En Brasilia no hay equipo de fútbol, pero el estadio Nacional Mané Garrincha es el más caro. Con una inversión de $ 512 millones, este escenario deportivo tiene un proyecto acorde a la cultura ecológica de la capital brasileña.

Su construcción se centra en la ausencia de emisiones de carbono y el reciclaje. Se constituye en un referente mundial en cuanto a planificación sostenible, lo que constituirá un legado importante para otros sectores de la economía local.

Después de la Copa del Mundo, el Nacional Mané Garrincha servirá para desarrollar espectáculos y eventos culturales. De hecho, ya se han alternado actividades deportivas con culturales. Luego de dos semanas del debut de la selección ante Japón, por la Copa Confederaciones, se efectuó el show de la Sinfónica de Rusia.

El titular de la Secretaría Extraordinaria Copa del Mundo 2014, Claudio Monteiro, señaló que se trabaja en una agenda deportivo-cultural hasta finales de año. “Estamos trabajando para tener un horario cerrado hasta el mes de octubre, con al menos 10 de fútbol clásico y dos grandes espectáculos. Eventos como estos aportan un impacto en la economía local, que se traduce en empleos e ingresos”.

Monteiro explicó que esos eventos serían los conciertos de Beyonce y Aerosmith, previstos para septiembre y octubre.

Los 12 escenarios funcionarán también después de la Copa del Mundo. No serán ‘elefantes blancos’.

El Arena Amazônia de Manaos tiene la particularidad de estar ubicado en el corazón de la selva amazónica. El proceso de construcción está ajustado a las normas de sostenibilidad para preservar la diversidad de la región. Por ejemplo, las aguas pluviales serán almacenadas para su uso posterior en los baños o la irrigación del césped. Del mismo modo, la luz solar, abundante en esta región de Brasil, generará energía limpia y renovable.

El uso posterior a la Copa del Mundo que se le dará a este escenario deportivo será social. La justicia brasileña planteó hacer de este lugar una cárcel provisoria, es decir, serviría como la primera parada para los condenados, antes de su sitio de reclusión definitivo.

Este planteamiento está en análisis, aunque las autoridades locales confían en su aprobación, tomando en cuenta que el actual centro carcelario está sobrepoblado.

En una región de flora y fauna, tan rica como el Pantanal, se construye el estadio Arena de Cuiabá. La madera utilizada en la edificación está certificada y los residuos pasan por un proceso de reciclaje y reaprovechamiento en la propia obra y en sus vías de acceso. Además, la calidad del aire y la del suelo se monitorean de manera constante.

Este complejo multiuso tendrá, durante el certamen, una estructura modular que podrá reducirse después del campeonato. También habrá una cubierta para albergar diversos eventos, como funciones, exposiciones y ferias, que requieren de un recinto cerrado.

Otros escenarios que reutilizarán los recursos son el Mineirão de Belo Horizonte, el Maracaná de Río de Janeiro y el Arena Fonte Nova de Salvador en Bahía.

El proyecto de modernización que se implementa en el escenario deportivo guarda relación con el principio de sostenibilidad. Es decir, que propiciará, entre otras cosas, la reutilización del agua de lluvia. Por lo que en el estadio habrá una capacidad de almacenamiento de hasta 6’270.000 litros. Algo similar se construye en el Maracaná, un nuevo techo que capte las aguas de lluvias para su reutilización. La fachada de este estadio permanecerá intacta ya que consta en los registros del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil.

El Arena Fonte Nova, en Bahía, contará con una estructura metálica ligera, además de un restaurante panorámico y un museo del fútbol.

En el complejo no solo habrá partidos de fútbol: el proyecto, que sigue un modelo de asociación público-privada, incluye parcelas para el aparcamiento, tiendas, hoteles y una sala de espectáculos.

Los otros cinco escenarios deportivos que serán sedes del mundial: Arena de Baixada, Castelão, Beira Rio, Pernambuco y Arena de São Paulo, conservarán su infraestructura para que los clubes que los utilizan disputen los torneos estaduales y el Brasilerao.