El 27 de febrero de 2010, Giovanny Espinoza y su familia dormían tranquilos en su departamento en Santiago de Chile, pero  su sueño -y el de miles de chilenos- se vio alterado a las 03:34, con un terremoto de 8,5 grados en la escala de Richter.

El experimentado jugador de 34 años, hoy en Deportivo Quito, recordó que todo a su alrededor empezó a moverse y se sentó en la cama junto a su esposa Mady Pavón y sus hijos Stéfano (12 años), Britany (10) y Yuset (3).  “Nos quedamos todos juntos esperando a que pasara, pero cada vez era más fuerte. En ese momento pensamos: Qué hacemos. No podíamos salir corriendo porque estábamos en un quinto piso”, contó el zaguero imbabureño.

Después del susto, salieron rápidamente del edificio con todos los vecinos para observar el panorama. Por fortuna, en el sector donde residía, no se registraron mayores daños, pero después de eso ya no pudieron conciliar el sueño.
“Fue un minuto y medio horrible.  No se puede explicar. En ese instante uno no sabe cómo reaccionar, qué hacer. Fue muy duro, muy difícil ver a mis hijos con miedo”.

En enero de ese año llegó a ese país para jugar en Unión Española, luego de su paso por el Birmingham de Inglaterra.  En el equipo chileno permaneció dos temporadas, de las tres que firmó en su contrato,  y en 2012 fichó por Deportivo Quito, su cuarto equipo en el país.

Después de eso, los temblores en Quito no lo tomaron por sorpresa, como el del miércoles pasado. “No había comparación. Creo que ya estoy entrenado”, se carcajea.

Hoy (17:00), con ese capítulo olvidado, Espinoza será titular con Deportivo Quito en su visita ante Defensor Sporting en Montevideo, Uruguay, por Copa Libertadores.

Ya en Quito, de vuelta a casa luego de tres años consecutivos en el exterior, se siente más cómodo y contento al tener a toda su familia mucho más cerca, además de los amigos y la comida ecuatoriana. El plato que más disfruta es la carne frita con arroz y fréjol negro.

“Nos adaptamos bien a vivir allá. Con la comida no había problema, porque había de todo: mariscos, carne; pero sí se extraña lo nuestro. Ahora acá estamos con la familia, con nuestras costumbres y estamos más tranquilos”.

Aún mantiene la ilusión de ser convocado a la selección ecuatoriana, después de jugar su último partido en las eliminatorias pasadas el 10 de octubre de 2009 contra Uruguay en Quito. “Siempre tuve y sigo teniendo la ilusión de formar parte de la selección. Creo que todo jugador  tiene ese deseo. Desde que empecé a jugar tengo las mismas ganas de estar en el equipo nacional”.

Desde Deportivo Quito espera tener un nivel para jugar en el equipo de Reinaldo Rueda y siente que el actual campeón tiene una plantilla que combina juventud y experiencia. Pese a su recorrido no se siente  como un líder dentro del plantel.

“Yo aprendo de todos. Desde los más grandes hasta los más chicos y quiero aportar lo mío para seguir en la misma línea de triunfos para el club”, aseguró el defensor.

Después de conseguir un punto en la primera jornada de Copa contra Chivas, Espinoza y Deportivo Quito buscan otro buen resultado afuera.